Los promotores del museo Hermitage Barcelona han afirmado este miércoles que mantienen su compromiso de instalarse en la ciudad, y han deseado que "las puertas vuelvan a estar abiertas algún día cuando, de nuevo, el arte sea el verdadero y único protagonista". 

Lo han dicho en una carta abierta publicada a toda página en El Periódico, La Vanguardia y El País de Catalunya en la que lamentan que, 10 años después de que arrancara el proyecto, tienen que defenderlo ante la justicia. Una manifestación que puede entenderse como un jarro de agua fría a las expectativas de Málaga a acoger este proyecto ante las dificultades con las que se viene topando en la Ciudad Condal.

"En este momento, y después de haber agotado todas las vías para conseguir el máximo consenso, nos vemos en la obligación de defender nuestro proyecto ante los tribunales como respuesta a la situación a la que nos ha llevado Barcelona En Comú", han afirmado.

El Ayuntamiento de Barcelona presentó un recurso ante el juzgado contencioso-administrativo contra el Puerto de Barcelona por otorgar la concesión del solar de la Nueva Bocana el 26 de mayo a los promotores de Hermitage Barcelona.

Establecer puentes

Los promotores del museo sostienen que han trabajado "para encajar el proyecto en la ciudad cada vez que ha sido requerido", con una iniciativa de primer orden y totalmente integrada en la ciudad en el barrio de la Barceloneta, en sus palabras.

"Queremos quedarnos en la ciudad. Queremos contar historias, abrir diálogos, establecer puentes, crear vínculos enriquecedores y desde Barcelona abrirnos al mundo, intercambiar conocimiento, compartir, mostrar, explicar la esencia máxima del arte y provocar emociones", han añadido.

Han advertido que el arte permanece y está por encima de individualismos, y que "tres millones de piezas artísticas de todas las épocas y de todas las civilizaciones" siguen a disposición de Barcelona, una ciudad que consideran un icono multicultural y que ven abierta al mundo.

Además, han expresado su agradecimiento al Puerto de Barcelona y a todas las personas y entidades que han apostado por la cultura y han "sabido valorar la contribución que una institución como Hermitage supondría para Barcelona, especialmente en el momento de recuperación que le toca liderar a la ciudad".