Alegría contenida en las floristerías de Málaga ante el Día de Todos los Santos: "Volvemos a la normalidad"
- Los establecimientos afrontan con bastante optimismo la primera campaña del 1 de noviembre sin restricciones en los cementerios tras el inicio de la pandemia.
- Todos coinciden en señalar que la crisis sanitaria ha afectado al bolsillo: "Hay mucha prudencia porque se gasta con mucho cuidado y tiento".
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Las floristerías viven una campaña del Día de Todos los Santos histórica. Será la primera sin restricciones en los cementerios tras el inicio de la pandemia. En estas mismas fechas, las medidas eran otras bien distintas. El público debía estar como mucho 30 minutos de visita y los grupos debían ser de cuatro personas como máximo. Ahora sólo habrá que mantener la mayor distancia interpersonal posible.
Los establecimientos de venta de flores de Málaga afrontan esta campaña del 1 de noviembre con bastante optimismo. "Se recupera la normalidad de hace dos años tanto a nivel de clientes como de pedidos. Las previsiones son buenas", dice un trabajador de la Floristería Marina Flor, ubicada en el Cementerio de la capital, que habla de "alegría contenida" porque "aún no hay normalidad completa".
La floristería especializada en la temática funeraria ha perdido "prácticamente" la venta en mostrador a causa del coronavirus. "Todo ha sido por teléfono y a través de la web. La venta in situ con tantas restricciones se ha perdido", se lamenta el empleado, que ha visto como desde verano ha crecido el número de visitantes y se está recuperando la normalidad.
Ellos han vivido esta crisis sanitaria con el personal en ERTE. Conforme se fueron levantando las restricciones fueron repescando a los trabajadores. A día de hoy, está todo el personal operativo, sobre todo encargándose de la vente telefónica, que ha funcionado "muy bien".
300 encargos
"En esta campaña de Santos está habiendo una afluencia de público importante", destacan desde la floristería, cuya titular es Estrella Modelo. En el momento de la llamada, el establecimiento tiene unos 300 encargados de cara a este señalado día. Luego, la venta directa en el mostrador estos días suma bastante y se alarga hasta el día 2.
Entre los encargos más típicos figuran los centros de tamaño mediano para poner en el nicho, y los claveles blancos y las rosas rojas. "Ahora mismo no piden ninguna extravagancia. Hay mucha prudencia porque se gasta con mucho cuidado y tiento", admiten desde la floristería, que creen que se nota "la Covid en el bolsillo": las compran son medianas.
El precio medio de un centro puede rondar los 30 euros y un ramo mediano los 15. "Hay mucho encargo de flor artificial. En noviembre se retiran las cortadas y se ponen esas. Va a ser muy comedido, nada llamativo", aclaran.
Panteones con corazones y guirnaldas
A la floristería no le han encargado grandes decoraciones en panteones y tumbas como si ocurría hace años, antes de la pandemia. "Incluso nos han llegado a pedir adornar completamente de flores el panteón con centros, coronas, corazones y guirnaldas", recuerdan.
Mercedes Muñoz, una de las floristas más longevas de la Alameda Principal con 37 años de experiencia en el sector, recibe a la periodista con una sonrisa. "Durante la pandemia la flor no ha sufrido. La gente no quiere penas y quiere tener la casa decorada. O agradece la ayuda de alguien con una planta", señala. Su puesto tiene unos precios imbatibles y eso se nota: no paran de llegar clientes.
"El negocio va bastante bien. Suelo ser bastante positiva. Con el 1 de noviembre me llegan más encargos: en concreto tengo ya cerrados 120", asegura tras recordar el día tuvo que cerrar su puesto, lleno de flores por el 8 de marzo, al inicio de la pandemia. Las tuvo que tirar y perder el dinero. Atrás queda ya ese mal sueño.
La última campaña del Día de Todos los Santos, recuerda, no fue "mala". "Tuve bastantes encargos. Aunque algunos lo anularon porque decidieron no ir a última hora", cuenta. "La gente pide cositas medianas porque ha reducido el presupuesto. Antes se pedían cosas ostentosas. Me preguntan mucho por el precio y será porque con la pandemia la gente se ha recortado", zanja.
La mayoría le pide ramos y centros con gladiolos, claves y rosas para las tumbas y flores sueltas para llevar a sus seres queridos enterrados. "Antes se vendían muchos crisantemos, pero ahora es una flor súper cara", admite esta trabajadora en un entorno "privilegiado" que ya tiene su clientela fija.
Muñoz nunca se plantearía cerrar en un día como hoy, clave para la venta del negocio de flor cortada, como el día de San Valentín, Semana Santa o la festividad de la Virgen del Carmen. "Nos tenemos que hartar de currar, pero merece la pena. Tenemos mucho volumen de flores", se despide. Tiene muchos pedidos que atender.
Otro de los puestos de flores cercanos lleva dos años abierto. Se trata de Flores Lidia. "Este año lo veo muy tranquilo. Como han pronosticado que iba a llover quizá la gente piensa en ir en otras fechas a poner flores y se quede en casa. Con el mal tiempo, una no se atreve", reconoce una de sus trabajadoras, Yasmina Navas, que piensa que "las cosas están mejor".
Para Navas, están siendo dos campañas bastante parecidas, pero hay mucha más gente en la calle". "Veo Semana Santa como una fecha más importante para las floristerías. Son muchos tronos los que hay que decorar. Se nota mucho más la venta. Los Santos es otro día clave para las flores", subraya.
Yasmina también reconoce que les preguntan mucho por los precios. "La gente está apretada con la pandemia, que ha dejado mal a todos. Han cerrado bares, hoteles e incluso comercios históricos", se lamenta. Ellos lo pasaron "fatal". "Hemos tenido que luchar muchísimo. Este puesto está situado en medio, que no un lugar estratégico", reivindica.
Entre lo más demandando en su puesto están los centros medianos con gladiolos y rosas, ramos pequeños (incluso de crisantemos) y claveles sueltos. Si uno ha paseado por la Alameda Principal estos últimos días, habrá visto a las floristerías lucir su mejor cara. Gladiolos, claveles, rosas, crisantemos, margaritas... Todo sea por rendir homenaje a nuestros muertos.