Desde que a mediados de 2006 las máquinas encargadas de construir el Metro de Málaga empezaron a conquistar las calles de la capital de la Costa del Sol, su avance es protagonista no sólo del día a día de la urbe, que casi lo viene padeciendo desde hace 15 años, sino también de los presupuestos generales de la Junta de Andalucía. Porque es ésta la fuente de financiación que permite alimentar a la bestia ejercicio tras ejercicio.
Y 2022 no va a ser una excepción. Las cuentas diseñadas por el Gobierno de Juanma Moreno (ya se verá si llegan a buen término) sitúan al suburbano en la cúspide de las partidas económicas para el ejercicio que viene. No sólo al dotarlo del dinero necesario para completar el trazado hasta el Centro histórico, con 25,7 millones, sino también para sufragar los costes derivados de su funcionamiento y compensar al socio privado.
Este segundo capítulo es sustancialmente más oneroso que el primero. Nada más y nada menos que 86,4 millones son lo que se reservan para subvencionar el billete a los pasajeros del suburbano (83,7 millones en 2021), buscando con ello reducir significativamente el coste real del transporte (cercano a los 5 euros) y compensar a los socios privados por los retrasos acumulados en la terminación de la red ferroviaria.
Para constatar si cabe con más claridad el peso de esta losa económica sirva la comparación con la suma que la Junta destina también para el año que viene a la explotación del Metro de Sevilla. El montante es de 57,8 millones, 28,6 millones menos. O al Metro de Granada, que recibe 23,3 millones, de los que 6,1 millones son para abaratar el billete.
El impacto que esta demora tiene para las arcas autonómicas queda constatado en los varios cientos de millones ya abonados en pago a esta demora, sino que la factura, previsiblemente, se extenderá al menos hasta finales de 2027, que es cuando se espera que esté culminado el trazado soterrado hasta el entorno del Civil.
Ese es el compromiso asumido por la Consejería de Fomento en la última revisión del contrato firmado a finales de 2020 con la concesionaria, Metro de Málaga. En el citado documento, pacta la llegada de los trenes antes de finalizar noviembre de 2022 a la estación Atarazanas, en la Alameda Principal, y extiende a finales de 2027 la prolongación hacia la zona norte. Cualquier extensión de estos periodos traerá consigo nuevas compensaciones.
El plan de actuación diseñado por la Consejería de Fomento para la provincia no se queda en el Metro. Las carreteras son también protagonistas en su estrategia. En este sentido, el documento recoge el inicio para el año que viene de las obras de mejora de la seguridad en la carretera A-404, de Coín a Churriana, entre los P.K. 1 al 5 de Coín y Alhaurín el Grande.
También se espera impulsar el anteproyecto y el proyecto para el acondicionamiento de la A-397, de Ronda a San Pedro de Alcántara (Marbella); se acabará el estudio de mejora mediante vía de alta capacidad de la conexión Málaga-Ronda-Campillos, así como la actualización de los proyectos A-357. Casapalma-Cerralba y Cerralba-Zalea. También se menciona la duplicación de la calzada A-7054 Intelhorce.