Málaga

Una de las grandes operaciones urbanísticas de Málaga capital, la dibujada en sobre el sector La Cizaña, con una importante bolsa de uso hotelero y comercial, queda atascada. Aunque no queda definitivamente descartada, la Junta de Andalucía ha determinado que el plan parcial que permite ordenar estos terrenos sea sometido a un procedimiento de evaluación ambiental estratégica ordinario. 

Un trámite que viene a sumarse a los ya realizados desde 2014, cuando fue aprobado inicialmente por el Ayuntamiento. La exigencia de la Administración regional, con fecha del pasado 21 de octubre, se produce tras constatar que la materialización del proyecto "puede entrañar efectos significativos en el medio ambiente".

En concreto, la Delegación de Desarrollo Sostenible apunta: "Entraña un desarrollo urbanístico que repercutiría de manera negativa en las poblaciones animales y vegetales, así como en hábitats de interés comunitario". 

¿A qué animales se refiere? De acuerdo con el informe del Servicio de Gestión del Medio Natural, de noviembre de 2020, el ámbito de actuación se localiza "en uno de los tres únicos núcleos poblacionales del sapo de espuelas (Pelobates cultripes) existentes en la provincia".

Imagen del sapo de espuelas.

Se trata de un anfibio incluido en el listado andaluz de especies silvestres en régimen de protección especial y en el anexo V de la ley 42/2007, de 13 de diciembre, del patrimonio natural y de la biodiversidad, donde figuran las especies animales y vegetales de interés comunitario que requieren de una protección estricta. 

"Tomando como referencia la situación que este taxón presenta en la provincia de Málaga a finales del siglo XX y comienzos del XXI, el sapo de espuelas ha sufrido una drástica reducción de su área de distribución, pasando de 13 cuadrículas UTM de 10 km. por 10 km, a tan sólo 3 cuadrículas constadas por la sociedad herpetológica española", pone de relieve el informe.

En el mismo, se precisa que la mayor parte del área perdida "se concentra en la franja costera occidental del litoral malagueño, donde en las últimas décadas está teniendo lugar un intenso desarrollo urbanístico". Ante estos detalles, los técnicos autonómicos inciden en que se trata de una especie que se encuentra "ya al borde de la desaparición en el ámbito de Málaga, lo que obliga a concentrar todos los esfuerzos posibles en la conservación de sus últimos reductos poblacionales". 

Imagen de la 'Muscari parviflorum'.

En este escenario, el departamento autonómico sostiene que la ordenación urbanística propuesta para La Cizaña "constituye una amenaza fehaciente para la población malagueña de sapo de espuelas", afirmando que de llevarse a cabo "abocará a la población de este anfibio a su fin, afectando de manera determinante a sus parámetros demográficos y contribuyendo a su probable desaparición definitiva en la provincia". 

Pero no es la única razón que pone sobre la mesa el organismo. Informa de que en el ámbito de actuación se localiza el Muscari parviflorum, taxón perteneciente a la familia de las asparragáceas y con la singularidad de presentar floración otoñal.

"Esta característica, unida a su pequeño porte, podría ser el motivo por el que no aparece en ningún documento que recoja su rareza y elevado grado de amenaza, tanto en el ámbito autonómico como en el nacional. En toda España únicamente hay dos núcleos poblacionales, Mallorca y Málaga, ocupando zonas costeras o muy próximas a ella, con el consiguiente riesgo de desaparición de su hábitat por transformación", se destaca en el documento. 

"Su mal estado de conservación ha hecho que se considere en peligro crítico de extinción conforme a la lista roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), si bien aún no figura en los listados de flora protegida nacional ni autonómica, lo que no es óbice para que, existiendo constancia de su rareza, se tenga en cuenta que las localizaciones donde se emplaza son los últimos reductos naturales para la especie", apostillan los técnicos. 

De acuerdo con los detalles aportados, en la capital había sido citada al oeste de la desembocadura del río Guadalhorce, concretamente en la playa del Arraijanal y en la Cizaña. En el caso de Arraijanal, se sitúan en segunda línea de costa unos mil ejemplares, habiendo en La Cizaña "mayor número de ejemplares".

Asimismo, se alude a un informe emitido el pasado 24 de noviembre de 2020 por el Servicio de Gestión del Medio Natural en el que se constata la presencia de cinco hábitats de interés comunitario, la mayor parte de ellos en mal estado de conservación, en esta misma zona. 

Otra razón más que se expone para emitir un pronunciamiento "desfavorable" a la aprobación del plan parcial tal como está propuesto, dado que resulta preciso que contemple unas modificaciones respecto a las infraestructuras previstas con el fin de garantizar el mantenimiento de los hábitats de interés prioritarios.

Asimismo, se rechaza que se pueda intervenir sobre la zona donde está presente el sapo de espuelas, "siendo la mejor opción mantenerlas inalteradas y protegidas del acceso público general o planificando alguna actuación tendente a la mejora del hábitat, como la mejora de las charcas existentes o la limpieza de los residuos sólidos urbanos". Y en el caso del taxón vegetal Muscari parviflorum, se exige que su ámbito quede "inalterado y protegido".

Si bien estas apreciaciones son de un calado mayor, no es el único departamento que ha emitido pronunciamientos contrarios. En esta misma posición se encuentra la Dirección General de Carreteras del Ministerio de Fomento, que emitió otro informe negativo en enero de 2020, alertando de la incidencia que este desarrollo puede tener sobre los niveles de servicio de las vías estatales de la zona.

Y desde el punto de vista de cambio climático, se reclama "una batería de medidas que garanticen una reducción en la emisión de gases de efecto invernadero de manera tal que su implementación resulte plenamente exigible". Medidas a incluir en el estudio ambiental estratégico, en el instrumento de ordenación en aras de que en su desarrollo urbanístico resulten plenamente ejecutivas y exigible su llevada a término. 

Atendiendo a los detalles urbanísticos, La Cizaña tiene una superficie de 226.810,94 metros cuadrados de suelo urbanizable sectorizado, con usos hotelero, comercial y de equipamientos públicos. Su índice de edificabilidad es de 0,26 m2t/m2s y el aprovechamiento medio es de 0,3030 UA/m2s.

La previsión es que los terrenos en primera línea de costa tengan usos hotelero, reservándose al menos 65.000 metros de espacios libres, incluyendo la laguna existente. En cuanto al uso productivo empresarial también previsto, se señala que tendrá un techo mínimo del 15% del techo edificable.

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