Málaga en toda su extensión es una caja llena de sorpresas. Su pasado árabe, romano, fenicio, permite redescubrirla casi a cada instante, casi con cada obra que se pone en marcha y que requiere de profundizar en su universo subterráneo. Dan fe de ello quienes durante años han participado de la construcción del Metro de la ciudad o de esos promotores que se arriesgan a intervenir sobre parcelas afincadas en el casco antiguo.
Episodios a los que ahora se puede sumar otra iniciativa que deja traslucir tesoros hasta ahora ocultos. Se trata de la rehabilitación del convento de San Andrés, situado en el tradicional barrio de El Perchel, en Málaga capital. Los trabajos que se vienen desarrollando en este inmueble, del siglo XVI, en los últimos años han sacado a la luz restos arqueológicos y pinturas de especial valor.
Algunos de los hallazgos son ya viejos conocidos en la etapa más reciente. Es el caso de los restos del arrabal de Attabanim, puesto de relieve con motivo de las excavaciones realizadas en la Avenida de Andalucía en el marco del proyecto del suburbano.
Partes de su muralla ya fueron encontradas en la traza del ferrocarril urbano en Callejones del Perchel, en las proximidades del convento, y, más recientemente, también en el túnel del Metro, poco antes del cruce con el cauce del río Guadalmedina.
En el acceso principal del convento, según la información facilitada desde el Ayuntamiento, se han localizado restos del recinto murado del antiguo barrio árabe. De manera precisa, hablan de una fábrica de tapial con diversas reparaciones de mampostería y ladrillo. En concreto, son unos once metros de muralla de los siglos XI y XII.
La dificultad que entraña para el proyecto de recuperación de San Andrés es que la cota en la que han aparecido estas piezas es "incompatible" con el nivel previsto en el interior del convento.
Ante este imprevisto, la decisión pasa por elevar el nivel tanto en el exterior como en el vestíbulo de acceso al convento a una cota que permita la protección de los restos de la muralla. Por esto mismo, se estima necesaria la realización de una serie de obras de adaptación de la cubierta, escalera de acceso, revestimientos, reconstrucción de la bóveda y cúpula del camarín de la iglesia del Carmen.
Otro hito significativo es el hallazgo de una serie de pinturas murales que van a ser restauradas. Son revestimientos con dibujos del siglo XVIII, revoco de cal blanco con zócalo almagra, revestimientos con fingido de fábrica de ladrillo con algama, revestimientos con decoración de gotas y ménsulas y arcadas de yeso.
Una de ellas presenta el siguiente mensaje en latín: "VIDIMUS EUM ET NON ERAT ASPECTUS Isaías 53.2: Et ascendet sicut virgultum coram eo, sicut radix de terra sitienti. Non est species ei, neque decor, et vidimus eum, et non erat aspectus, et desideravimus eum". Traducido quiere decir: "Y crecerán delante de él como planta tierna y como raíz de la tierra seca. No hay belleza para él, ni belleza y lo vimos y no había apariencia y lo deseamos".
Todos estos descubrimientos, a los que sumar ciertas variaciones a realizar tras las conversaciones mantenidas con la Empresa Municipal de Aguas (Emasa), traen consigo un incremento relevante en los costes económicos de la obra. Y es justamente ese el motivo por el que la Junta de Gobierno Local celebrada ayer viernes dio luz verde a un segundo modificado presupuestaria en la segunda fase de intervención sobre el edificio.
Con los dos ajustes ya aprobados y con un 85% de ejecución de las actuaciones previstas, el coste de esta segunda fase alcanza ya los 3.831,647 euros, lo que supone un 17,88% más que el valor por el que fueron licitados los trabajos. El incremento es muy superior si se toma como referencia el precio de adjudicación, que fue de algo más de 2,8 millones.
También se produce una ampliación en los plazos, ya que la propuesta seleccionada, la presentada por OHL y Hermanos Campano, establecía 22 meses para su ejecución. A la espera de que concluyan las tareas, ya se acumula un retraso de unos cinco meses.
En esta segunda fase está prevista la recuperación del resto del conjunto histórico del edificio así como del patio del inmueble. En concreto, se prevé la ubicación de la biblioteca Jorge Guillén (775,6 metros cuadrados), otro espacio para la Cofradía del Carmen (453,9 metros), un salón de actos (250,80 metros). Y otras salas (318,90 metros) entre las que habrá un espacio destinado a la Federación de Ajedrez y usos comunes, así como un patio, de 240 metros.