Málaga

Con la vista puesta en abrir sus puertas a finales de 2022 o principios de 2023, las obras del centro de ciberseguridad de Google en Málaga siguen avanzando. Un gran brazo de grúa protagoniza la imagen exterior del antiguo Gobierno Militar, situado en el Paseo de la Farola. 

Una herramienta esencial para el desarrollo de los trabajos que se vienen acometiendo en el inmueble desde hace varios meses y que incluye la demolición de buena parte del mismo. El calendario quedó activado desde el momento en que la empresa propietaria, Servicios Inmobiliarios y Financieros, S. L., recibió el visto bueno por parte del Ayuntamiento. 

La multinacional tecnológica alcanzó un acuerdo de arrendamiento por un periodo de diez años. Un periodo en el que fijará la sede física de un complejo en el que ofrecerá formación, charlas, talleres y mentorías sobre ciberseguridad, además de investigación y desarrollo de producto, uno de los grandes retos asociados a la transformación digital.

Un proyecto que forma parte de un plan más ambicioso a nivel nacional y que incluye una inversión de unos 650 millones de dólares durante cinco años "para acelerar la transición digital de España". 

Como primer paso, el equipamiento acogerá al equipo de VirusTotal, con unos 40 trabajadores, que ahora se encuentran asentados en un edificio de la Universidad de Málaga. El valor de VirusToral y de su fundador, Bernardo Quintero, en la apuesta de Google por Málaga es máximo.

Bernardo Quintero (VirusTotal) junto a Luis Hernández (Uptodown), Manu Heredia (BeSoccer) y Joaquín Cuenca (Freepik) Álvaro Cabrera

La propia compañía, que tiene sus oficinas centrales en California, reconocía meses atrás que la elección de la ciudad malagueña no era casual, vinculando el paso dado con la existencia de "un ecosistema de startups vibrante e incubadoras y aceleradoras de empresas que llevan cultivando el tejido tecnológico". 

Un desarrollo del que es, al menos en parte, protagonista Quintero. Un joven emprendedor que empezó a dibujar su destino cuando estudiando el Bachillerato en Vélez-Málaga se topó por primera vez con un virus que infectó su ordenador Amstrad. Él mismo admitió que el asombro que le provocó ese descubrimiento le llevó a investigar cómo se hacía un virus y, sobre todo, cómo podía desactivarse.

Atendiendo a los detalles técnicos, las obras de adecuación del antiguo Gobierno Militar deberían estar acabadas el 18 de octubre del año que viene. Esa es la referencia temporal que se fija en la licencia como fecha de terminación. La ejecución material de la intervención se valora en 2.782.252 euros, aunque es de prever que la cuantía final sea muy superior, al incorporar todo lo necesario para el funcionamiento del centro. 

La operación sobre el edificio es de una dimensión elevada. Y ello porque, según los informes disponibles, su estado era más que precario. Por este motivo, desde el Consistorio se ha llegado a autorizar la demolición de la estructura interior tras concluir que su adaptación a los nuevos usos previstos "conlleva un peligro para su seguridad y para la estabilidad de las fachadas protegidas". 

También ha admitido como "una necesidad" su sustitución, aunque vinculando esto con la protección de los elementos a proteger y conservar. La propiedad justificó la renovación de la estructura en que se encontraba "en un estado asimilable a una ruina técnica". 

Patologías estructurales

A este detalle hay que sumar el resultado de las inspecciones realizadas por Cemosa en 2017, en las que se advertían "patologías estructurales relacionadas con espesores insuficientes en las armaduras, corrosión de éstas y diversos tipos de humedades". Otro trabajo de esta misma empresa, de agosto de 2020, detectaba "anomalías relacionadas con la corrosión en elementos estructurales y patologías en la cimentación". 

La intervención permitirá a Google disponer de un edificio completamente remozado y adecuado a las necesidades del centro de ciberseguridad. Una de las incorporaciones planteadas consiste en elevar la altura de los casetones de cubierta para facilitar la accesibilidad y conexión con la terraza descubierta.

Todo ello a apenas 20 metros del centro comercial Muelle Uno, en el puerto de Málaga, en el que en unos meses quedará habilitada una marina para megayates de hasta 100 metros de eslora. Y en la esquina de esa misma dársena, en conexión con el Palmeral de las Sorpresa, se asienta la sede del Centro Pompidou.

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