El proyecto de la torre del puerto de Málaga parece abocado al fracaso. Aunque aún son muchos los que respaldan la construcción de este hotel, de 116 metros de altura, los últimos movimientos protagonizados por el Ministerio de Cultura elevan el grado de incertidumbre que pesa sobre esta operación, que trae consigo una inversión de unos 200 millones de euros.
A la activación de un expediente por posible expolio sobre el patrimonio histórico de la ciudad, que sigue vivo, suma ahora otro movimiento que puede resultar clave: la incoación de un expediente para declarar bien de interés cultural, en la categoría de monumento, La Farola.
Con este paso, dado el pasado 17 de diciembre de 2021 por la Dirección General de Bellas Artes pero publicado este martes en el Boletín Oficial del Estado (BOE), la Administración central da respuesta a una importante reclamación por parte de numerosos colectivos sociales y culturales de la ciudad.
La medida adoptada respecto al edificio histórico, de más de 200 años, lleva incorporada, además, la delimitación de un entorno de protección. En este caso, se trata de la zona que rodea el monumento y contribuye a resaltar su significación, su adecuada percepción y comprensión cultural. Según se precisa, se trata de la parcela circular en la que el monumento queda enmarcado.
Pero se destaca que más allá de ese espacio físico, es "imprescindible el respeto por el entorno visual del faro". "No hay que olvidar su relación con el Conjunto Histórico de la Ciudad de Málaga, no solo física sino también histórica, cuyos valores edificatorios, monumentales, artísticos, etnológicos, ambientales, históricos y paisajísticos fueron destacados en el Decreto 88/2012, de 17 de abril, por el que se inscribió en el Catálogo General de Patrimonio Histórico Andaluz", se destaca en la resolución.
Y es aquí donde la protección de La Farola puede ser clave para tumbar el proyecto de la torre. Sobre ello, el documento indica: "Es necesario recordar aquí lo establecido en el artículo 19 de la Ley 16/1985, de 25 de junio, de Patrimonio Histórico Español, que prohíbe toda construcción que altere el carácter de los monumentos declarados Bien de Interés Cultural o perturbe su contemplación".
Citando la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía recuerda que el entorno de este tipo de bienes estará formado por aquellos inmuebles y espacios "cuya alteración pudiera afectar a los valores propios del bien de que se trate, a su contemplación, apreciación o estudio, pudiendo estar constituido tanto por los inmuebles colindantes inmediatos, como por los no colindantes o alejados".
"La delimitación del entorno de la Farola debe entenderse desde un punto de vista holístico, cara a evitar la desaparición, no solo física, sino también conceptual del bien como elemento emblemático y representativo"
Es por ello por lo que cualquier actuación que se realice en el entorno "estará sometida a la autorización prevista en la Ley". "La delimitación del entorno de la Farola, por lo tanto, debe entenderse desde un punto de vista holístico, cara a evitar la desaparición, no solo física, sino también conceptual del bien como elemento emblemático y representativo, debida a intervenciones invasivas en el paisaje. Este paisaje debe ser protegido, conscientes de que contribuye a la formación de las culturas locales y de que es un componente fundamental del patrimonio natural y cultural europeo", se precisa.
La Dirección General de Bellas Artes destaca que La Farola "es uno de los símbolos más significativos de la ciudad", razón que justifica el inicio de las acciones oportunas para llevar a cabo su protección legal, aumentar el conocimiento del bien y tomar las medidas adecuadas para su correcta conservación.
En su decisión, ha recabado informes de la Real Academia de la Historia y de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. La primera de ellas señala que "el carácter emblemático de su función y arquitectura en el marco urbano de Málaga, al menos desde hace 200 años, justifica a todas luces su reconocimiento como Bien de Interés Cultural".
La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, por su parte, destaca el alto valor del monumento dentro de la historia de los faros españoles, no solo por su antigüedad y por haber sido proyectado por el brigadier y Guzmán, sino por pertenecer históricamente al corto número de faros de reverbero existentes en España con luz giratoria en 1847.
La Farola se compone del volumen principal, una torre formada por un cono que decrece su base suavemente de abajo arriba y que constituye la base de la linterna. Dicha torre cuenta con 21,64 metros de altura, y 9,80 metros de diámetro máximo. Queda rematada en su parte superior por dos pequeños volúmenes circunscritos, respectivamente, que forman en ambos casos terrazas accesibles y protegidas por barandillas de hierro forjado.