Tailandia pugnará con España por organizar la Expo Internacional de 2027 a la que aspira Málaga
El país asiático ha formalizado su apoyo para que Phuket celebre el evento. Se suma a Minnesota, de Estados Unidos. El Gobierno de España aún no ha entregado la carta de apoyo oficial.
11 enero, 2022 14:23Noticias relacionadas
Casi un mes después de que se conociese el apoyo formal del Gobierno central a la candidatura de Málaga para organizar la Expo Internacional de 2027, la capital de la Costa del Sol sigue sin ser oficialmente aspirante. Al menos así queda reflejado en la web del Organización Intergubernamental encargada de supervisar y regular todas las ferias internacionales, el BIE.
Y a la espera de que el nombre de Málaga sea formalmente reconocido como aspirante, ya se sabe que tendrá que competir seguro con otras dos urbes. Porque a la propuesta del estado de Minnesota, en Estados Unidos, hay que sumar ahora la de Phuket, en Tailandia.
La ciudad asiática pretende celebrar el evento entre el 20 de marzo y el 17 de junio de 2028, con el siguiente lema: "El futuro de la vida: vivir en armonía, compartir la prosperidad". La confirmación se ha producido tras la entrega de la carta de Anutin Charnvirakul, viceprimer ministro de Tailandia, al secretario general del BIE, Dimitri S. Kerkentzes, por Sarun Charoensuwan, embajador de Tailandia en Francia.
La apuesta por la Expo de 2027 es un viejo anhelo de Francisco de la Torre, alcalde de Málaga. Y a ello ha dedicado buena parte del trabajo municipal en los últimos años. El apoyo del Consejo de Ministros supuso un primer paso en la larga carrera que tiene la ciudad para ser finalmente elegida como sede de este evento.
¿Cuál es el camino que le queda por delante? Atendiendo a la propia hoja de ruta trazada por el Bureau International des Expositions (BIE), que es el organismo responsable de la designación final, restan aún algo más de 17 días para que finalice el plazo para que cualquier Estado pueda optar a la organización de esta exposición.
Es el Gobierno del país interesado el que debe presentar una carta de candidatura al BIE mencionando el tema propuesto, la ciudad y las fechas en las que tendrá lugar, así como la duración de la Expo (un máximo de 3 meses) y el estado legal de los organizadores.
"La carta debe garantizar el pleno apoyo del gobierno", destacan desde la oficina con sede en París, que recuerda que desde el momento en que se recibe la primera propuesta se activa una cuenta atrás de seis meses. El primer paso lo dio Estados Unidos, que propone a Minnesota. En su caso, la expo tendría lugar entre el 15 de mayo y 15 de agosto de 2027.
Culminado este periodo, el BIE dará por cerrado el listado de candidaturas. Una de las condiciones que pesa sobre el proceso es que deben haber transcurrido al menos 15 años entre dos exposiciones (ya sean mundiales o especializadas) organizadas en el mismo país. En el caso de España este periodo se cumple, dado que el último evento internacional tuvo lugar en Zaragoza en 2008.
Superado este primer paso, llega el momento del examen al proyecto. Durante esta fase, se presentará un expediente de candidatura detallado, que servirá de base para el trabajo de las misiones de investigación de la BIE que se llevarán a cabo en los países candidatos.
Habrá tantas misiones como países candidatos. Las mismas están compuestas por uno de los vicepresidentes de la BIE, uno o más delegados de los Estados Miembros de la BIE o expertos, así como el secretario general de la BIE. Estos equipos evaluarán la factibilidad y viabilidad del proyecto de la Expo, el clima político y social del país y la ciudad candidatos y el apoyo que la propuesta tiene por parte de los gobiernos, autoridades locales y ciudadanos.
Buena parte de este trabajo ya ha sido adelantado por el Ayuntamiento. Hay que recordar, por ejemplo, que el acercamiento establecido con el Gobierno incluye un principio de acuerdo para que la entidad estatal Sepes ceda de manera temporal y gratuita los terrenos necesarios para el proyecto. En este caso, unos 800.000 metros cuadrados en la zona de Buenavista.
De manera precisa, el protocolo ya planteado dispone 25 hectáreas para los pabellones y casi 30 hectáreas al oeste de ésta, para suelo logístico. A esos espacios hay que sumar otras superficies para uso residencial.
A esto se suma un primer estudio económico elaborado por Analistas Económicos. Este trabajo concluye que el impacto de la Expo sería de unos 3.000 millones de euros. Una estimación en la que se toman en consideración factores como la inversión que requerirá y los gastos de los visitantes.
Los resultados de las misiones se compilarán en un informe que será revisado por el Comité Ejecutivo de la BIE, que remite los proyectos que considera viables a la Asamblea General. En ese momento se pedirá a los Estados miembros la aprobación de los proyectos tomados en consideración, que pasarán a la votación final.
Campaña del proyecto
Con el fin de obtener apoyo para su proyecto de Expo, los países candidatos llevarán a cabo campañas internacionales tan pronto como han presentado su candidatura para albergar una Expo. Durante cada Asamblea General de la BIE celebrada entre la notificación de la candidatura y la votación final, los países candidatos presentan su proyecto de la Expo a los delegados de los Estados miembros de la BIE.
Elección
Al final de la fase de examen del proyecto, los Estados miembros de la BIE, según el principio de un país, un voto, eligen el país anfitrión de la Expo Especializada mediante votación secreta durante la Asamblea General de la BIE.
Basarán su decisión en los resultados de las misiones de investigación, el atractivo del tema propuesto, así como sus relaciones bilaterales con los países candidatos. Si hay más de dos candidatos, un país debe recibir una mayoría de dos tercios para ser elegido en la primera ronda.
Si ninguna propuesta recibe una mayoría de dos tercios en la primera vuelta, se elimina la propuesta que reciba la menor cantidad de votos. Este procedimiento continúa hasta que solo quedan dos candidatos. El país anfitrión será elegido por mayoría simple.
Después de que un país es elegido país anfitrión, continúa trabajando en estrecha colaboración con el BIE para formalizar el proyecto de la Expo mediante la presentación de un dosier de reconocimiento que debe ser aprobado por la Asamblea General del BIE.