La declaración de los Baños del Carmen en Málaga como Bien de Interés Cultural (BIC) parece algo más cercana. Aunque con más lentitud de la esperada en un inicio, la Junta de Andalucía, por medio de la Delegación de Cultura, sigue haciendo sus deberes y cubriendo las etapas necesarias para otorgar la máxima protección sobre un inmueble cuyo origen se remonta al año 1918.
El último movimiento ejecutado por el organismo autonómico en Málaga ha sido la remisión a Sevilla de la propuesta formal en la que se solicita la incoación del correspondiente expediente de declaración como BIC no sólo del antiguo balneario sino de toda la parcela sobre la que se proyecta la construcción de un parque marítimo terrestre.
Para que cobre vigencia y sea ejecutiva, antes tiene que ser aprobada por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía y, posteriormente, publicada en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA).
La propuesta oficial, firmada por la delegada territorial Carmen Casero el pasado 2 de marzo, a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL de Málaga, pide la incoación del procedimiento para la inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Cultural, del inmueble Balneario de Baños del Carmen, con la tipología de Lugar de Interés Etnológico.
La salvaguarda plantea se dejará sentir no sólo sobre la histórica edificación, hoy convertida en referencia hostelera de la capital de la Costa del Sol, y sobre el terreno del antiguo camping, sino también sobre el entorno urbano más directo.
La zona delimitada por los técnicos incluye la avenida Pintor Joaquín Sorolla, desde la confluencia con el paseo marítimo Pablo Ruiz Picasso, desde donde se presenta una visión continua del Balneario en su recorrido hasta cambiar de nombre por la avenida Juan Sebastián Elcano.
Al mismo hay que agregar la avenida Juan Sebastián Elcano, ya que posee una visión del balneario de características similares; el paseo marítimo Pablo Ruiz Picasso en su recorrido final, al poseer una visión casi global de la fachada de poniente del recinto del Balneario; la calle Pez Plata, que une la avenida Juan Sebastián Elcano con la calle Bolivia, desde la que se visualiza toda la zona de árboles del antiguo camping; la calle Bolivia, como prolongación del paseo marítimo Pablo Ruiz Picasso.
De manera más precisa: el entorno empieza por el punto situado más al oeste, a la altura del número 117 de la avenida Pintor Joaquín Sorolla; continúa tomando dirección este por dicha avenida y por la avenida Juan Sebastián Elcano hasta calle Pez Plata. Posteriormente, vuelve por la calle Bolivia hasta el paseo marítimo Pablo Ruiz Picasso, en donde se une con la avenida Pintor Joaquín Sorolla donde comenzamos.
Desde Cultura se advierte de que una vez aprobada la declaración como BIC, los propietarios, titulares de derechos y poseedores de los bienes localizados en la zona de protección "tienen el deber de conservarlos, mantenerlos y custodiarlos, de manera que se garantice la salvaguarda de sus valores".
Asimismo, se pide al Ayuntamiento la suspensión de las actuaciones que se estén desarrollando y de las licencias municipales de parcelación, edificación o demolición en las zonas afectadas, así como de los efectos de las ya otorgadas, "hasta tanto se obtenga la autorización de la Consejería competente en materia de patrimonio histórico".
Pero ¿qué lleva a la Junta a afrontar la protección de este espacio de la ciudad? Hay que recordar que el procedimiento tiene su punto de origen en la petición realizada por el Ayuntamiento de Málaga a principios de marzo del año pasado. Ante la demanda, Cultura puso en marcha el procedimiento que ahora da un paso significativo.
Origen del espacio
En el expediente se relata la historia del Parque Balneario de Nuestra Señora del Carmen, creado en 1918 y convirtiéndose en 1921 en establecimiento fijo de arquitectura estable, abierto todo el año.
"Del proyecto constructivo original ejecutado en 1919 podemos distinguir elementos que aún perviven, como el cerramiento de acceso al espacio (portada, caseta y vallado) y las columnas de las pérgolas norte y sur; la plataforma aterrazada de 1921; algunos elementos muebles del jardín histórico y de la terraza sur (entre 1919-24); restos de diseño de ajardinado de diferentes periodos en el jardín trasero", se precisa.
Pese a la disparidad del patrimonio concentrado en el enclave, en el informe se destaca que tanto las edificaciones como el entorno natural "son una entidad indivisa histórica, y como bien patrimonial, forman parte del mismo proyecto desde el origen y comparten el mismo uso, siempre ligado a la cultura de baños de mar, actividad continuada en el tiempo hasta la actualidad, que identifica un modo de vida y una costumbre social, de la que el bien es escenario y testimonio inestimable".