Málaga

Año y medio después de que fuese aprobado de manera inicial y casi 15 años después de que se iniciara su tramitación, el Ayuntamiento de Málaga ratifica de manera definitiva el estudio de detalle mediante el que se ordena la construcción de una residencia de estudiantes en el pleno Centro Histórico de la capital. En concreto, el inmueble impulsado por Grupo Alfil se proyecta sobre los números 5 y 7 de la calle Beatas, así como el 10 de la calle Álamos.

La intervención afecta a tres parcelas del casco antiguo que cuentan con una superficie de 2.885 metros cuadrados. Una de las particularidades de este proyecto es que se trata del primer equipamiento de esta naturaleza que puede ver la luz en el entorno del Pepri Centro, toda vez que la apuesta por recuperar el antiguo Hospital de Santo Tomás, junto a la Catedral, sigue estancado.

Los solares estaban calificados como equipamiento público, aunque formaron parte, junto con otros ámbitos, de un expediente de modificación del Pepri Centro para pasarlo a equipamiento privado. Esto implica una compensación en beneficio del Ayuntamiento con la ejecución de un salón de usos múltiples con una superficie útil de 90-100 metros cuadrados.

La obligación de incorporar estas dependencias, con capacidad para unas 100 personas, "procede de las medidas compensatorias derivadas de la calificación como equipamiento privado en cumplimiento del artículo 36 de la LOUA. Con objeto de fijar las condiciones de cesión y regulación de los usos del salón de actos y su ubicación se fijará exactamente en el contexto de la solicitud de licencia de obras".

La aprobación definitiva, a la que ha dado luz verde la Comisión de Ordenación del Territorio celebrada este lunes, será validada la semana que viene por el Pleno. Este paso se produce después de que la promotora haya asumido las observaciones realizadas por la Consejería de Cultura. En su dictamen, concluye que la ordenación urbanística propuesta en el Estudio de Detalle "resulta compatible con el mantenimiento de los valores culturalmente protegidos".

El informe, fechado hace ahora algo más de un año, fijaba la necesidad de incluir una serie de consideraciones en el proyecto arquitectónico con carácter previo a pedir la licencia de obras. De manera textual, se mencionaba la necesidad de que el proyecto final garantizara la protección del patrimonio arqueológico, así como que el tratamiento del pavimento de la calle Beatas aplique "diferencias de material y/o soluciones técnicas que permitan reconocer el trazado de la alineación histórica y su diferenciación en relación con la nueva". 

Al tiempo, se demandaba que la intervención arquitectónica estuviese acompañada de medidas de difusión cultural (inclusión de elementos informativos y/o simbólicos) que favorezcan el conocimiento y entendimiento de la zona intervenida, en el marco de transformación del Conjunto Histórico. De acuerdo con el expediente de aprobación definitiva del estudio de detalle, se indica que han sido eliminadas las plantas sótano.

Pendientes de los restos

Los terrenos afectados por la propuesta de intervención se encuentran actualmente libres de edificaciones. En la documentación de la promotora se precisa que en el interior de los mismos se localizan unos restos arqueológicos que, debido a la desaparición de las edificaciones que originalmente ocupaban el solar, fueron desenterrados para su estudio y calificación, principalmente la Barbacana, el Colector y la Muralla Medieval, además de otros de alfarería de interés arqueológico menor.  La intención es que en caso de prosperar el proyecto, sean motivo de conservación y protección, así como de una valoración de los susceptibles de catalogación o conservación. 

La programación manejada por la empresa pasa por establecer en la planta baja los accesos, tanto peatonales como rodados, y los espacios más públicos del edificio, localizándose una zona a doble altura en la mitad interior del volumen situado hacia C/ Beatas y que se abrirá al gran patio interior. 

En esta planta se localizaría un espacio destinado a Salón de Actos de uso público para unas 100 personas. En las plantas superiores se distribuirán las dependencias más privadas, tales como habitaciones y otros espacios de uso común interno. En las cubiertas planas del edificio se proyecta un uso lúdico o de ubicación de instalaciones en función de su localización. Una de las cuestiones que quedará por delimitar es la relativa a las dos plantas de aparcamiento programadas, dada la existencia de restos arqueológicos.

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