Málaga

El futuro de la sede social del Club Mediterráneo de Málaga se pone sobre la mesa. Una de las primeras decisiones de la recién elegida junta directiva de la institución, presidida por Eduardo Cestino, ha sido justamente la de abrir el proceso de diálogo con Puertos del Estado para tratar la posible compra de los terrenos sobre los que se levantan las instalaciones.

Tal y como ha comunicado este viernes el Club Mediterráneo, Cestino, acompañado de otros miembros de la directiva, ha viajado a Madrid para tener un cara a cara con el presidente del organismo estatal, Álvaro Rodríguez, con el objetivo de avanzar sobre la concesión y posible compra.



Según han trasladado desde la entidad malagueña, el encuentro ha tenido un "resultado fructífero". Al mismo ha acudido además una representación de la Asociación Española de Clubes Náuticos para abordar junto al equipo de Puertos del Estado los diferentes problemas.



"Desde las autoridades han recibido con comprensión las diferentes situaciones compartidas con clubes como el Mediterráneo en diferentes localidades españolas y en las cuales se trabaja de manera común entre las diferentes partes para buscar la solución más idónea y beneficiosa", han explicado, añadiendo que el Real Club Mediterráneo trabaja "de manera decidida en la desafección de los terrenos y posterior adquisición por parte del club".

Este asunto era uno de los temas centrales de la última campaña a las elecciones al Club Mediterráneo. No obstante, a consultas de EL ESPAÑOL de Málaga en semanas pasadas, el presidente del Puerto de Málaga, Carlos Rubio, fue claro respecto a la posible desafectación de la parcela, sobre la que pesa una concesión que finaliza en 2027.

"De momento no se ha dado ningún paso más", dijo Rubio hace algo más de un mes, cuando aseveró que la desafectación no forma parte de los planes actuales de la Autoridad Portuaria. "No es una prioridad", apostilló.

Sí señaló que en el supuesto de que la opción de la venta fuese definitivamente descartada, este privilegiado espacio de la ciudad deberá ser objeto de una nueva concesión. "Actualmente tiene una concesión antigua; en cualquier de los casos, siga o no el Club Mediterráneo, habría que revisar las condiciones porque tenemos la obligación legal de cobrar las tasas que corresponden", afirmó.

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