El negocio inmobiliario está en plena ebullición en Málaga. A las últimas operaciones de compraventa impulsadas en la capital de la Costa del Sol, con el claro exponente de las torres de Repsol en el horizonte, hay que sumar ahora otra de mucha menor superficie, pero de un impacto económico incluso mayor.

Alrededor de 20,3 millones de euros es lo que ha pagado un inversor por la adquisición de dos parcelas de suelo de uso residencial localizadas en el sector Cañada de los Cardos, en el distrito de Teatinos. Lo más destacado de la adjudicación es que el valor final de adjudicación multiplica casi por cinco la valoración inicial de las fincas, situada en 4,6 millones. 

Bien es cierto, según los datos a los que ha tenido acceso EL ESPAÑOL de Málaga, que la puja mínima exigida en esta subasta, era de 6 millones. Este paquete inmobiliario forma parte del plan de liquidación de los activos de Reyal Urbis, una de las grandes promotoras españolas que quebró como consecuencia de la burbuja del ladrillo. La deuda que llegó a acumular rondó los 3.600 millones de euros, lo que ha motivado la ejecución de todos sus activos.

En el caso concreto de la operación malagueña, la parcela, la RP3, tiene una superficie de casi 17.500 metros cuadrados, con un techo edificable de 19.710 metros. Esto implica que el valor del metro cuadrado se ha situado en 1.058 euros, un valor que ha sorprendido a muchos expertos. Conforme a estos parámetros, el comprador podría levantar del orden de 250 viviendas en una de las zonas de expansión residencial de la ciudad.

A modo de referencia, sirvan los valores inicialmente fijados por el Ayuntamiento para la subasta de los aprovechamientos urbanísticos que tiene asignados en la parcela de Repsol, en el distrito de Cruz de Humilladero. 

En el caso de la parcela sobre la que se proyecta la más alta de sus torres, de planta baja más 32 alturas, con 18.982 metros de techo, el precio de partida es de 9.969.915 euros. Esto implica que el precio del metro cuadrado sea de 525,2 euros. Casi la mitad de lo ahora comprometido por el comprador de los terrenos de Reyal Urbis. 

El negocio en torno a las propiedades en proceso de enajenación de Reyal Urbis no se detiene con esta gran subasta. Actualmente hay activadas otros dos procedimientos de venta de solares en este mismo sector de la ciudad y que quedarán cerradas en los próximos días.

Una de las convocatorias, activa hasta el próximo viernes, afecta a un terreno residencial de 7.045 metros de superficie, con una edificabilidad de 12.889 metros. La valoración inicial es de 3 millones de euros, aunque se determina una puja mínima de 3.850.000 euros. 

La otra venta pendiente, abierta hasta el 18 de mayo, incluye un solar de 6.235 metros, con un techo edificable de 15.955 metros de techo, con una valoración de 3,7 millones y una puja mínima inicial de 5,2 millones.

Reyal Urbis es la mayor morosa de la Agencia Tributaria con una deuda de unos 341 millones de euros y está en fase de liquidación desde 2017, tras declararse en concurso de acreedores en 2013. Surgió en 2007 de la fusión de Inmobiliaria Urbis y Construcciones Reyal.

De acuerdo con los datos originales, a 31 de diciembre de 2012 disponía de un banco de suelo de 7,8 millones de metros cuadrados de edificabilidad sobre rasante, lo que la convertía en una de las principales empresas europeas en la actividad de promoción residencial.