Más de una década después de que se detectase la aparición de grietas y desperfectos en una promoción de 22 viviendas de protección oficial en la Avenida Pepita Durán, en Finca La Palma, el Ayuntamiento de Málaga toma cartas en el asunto y activa la contratación de los trabajos necesarios para el arreglo del problema estructural que presentan estas edificaciones.

Con este objetivo, el Instituto Municipal de la Vivienda (IMV) ha publicado este lunes la licitación para proceder a la adjudicación de las actuaciones previstas ronda los 364.000 euros (sin IVA), con un plazo de intervención de 11 meses (un mes para la elaboración del proyecto de ejecución y 10 para los trabajos).

El conjunto de inmuebles en el que se va a actuar, que dan cabida 3 locales comerciales, 76 aparcamientos y 37 trasteros, entre otros, recibió la licencia de primera ocupación desde abril de 2009, estando "en pleno uso y ocupación".

Pero desde la entrega de las viviendas, según se reconoce en los documentos oficiales, sus propietarios "manifestaron una serie de problemas, relacionados con fisuras generalizadas en fachadas interiores, paramentos de sótano, aperturas de juntas y grietas en paramentos verticales y horizontales en el interior de las viviendas".

Ante esta situación, en enero de 2017, el IMV solicitó a la empresa Cemosa la elaboración de un estudio y seguimiento de una serie de fisuras y grietas aparecidas en la promoción. El objetivo era realizar un seguimiento de la evolución de las mismas y su posible estabilización tras el asentamiento definitivo de la cimentación. 

A finales de enero de 2018, el organismo municipal ya tenía en sus manos el informe de resultados sobre el seguimiento de los movimientos estructurales. Y era concluyente: "Se han producido movimientos significativos en los paramentos instrumentados, por lo que las juntas y fisuras no se encuentran estabilizadas".

Las edificaciones se localizan en una parcela de unos 2.500 metros cuadrados, estando divididas en cinco módulos de viviendas de dos alturas y planta bajo rasante destinada a aparcamientos y trasteros.

Conforme a lo marcado en el expediente, antes de que se ejecute el micropilote, se realizará un replanteo, supervisión y control de todas las instalaciones que discurren por la solera de los aparcamientos. "Se intentará evitar perforar el trazado de estas infraestructuras, retirando o desplazando los servicios que pudieran verse afectados, mediante nuevas canalizaciones o derivaciones, y su reposición en caso necesario", se indica.

Recalce de la cimentación

A partir de ahí, "se ejecutará un recalce de la cimentación mediante micropilotes (ejecutados in situ) de 200 milímetros de diámetro alrededor de los pilares, llegando hasta el estrato que ofrece mayor resistencia". Para ello, se emplearán equipos de dimensiones reducidas con capacidad de realizar micropilotes cuyo eje esté a una distancia entre 0,30 y 0,40 metros aproximadamente desde la cara del pilar, y un gálibo libre disponible de 2,60 metros de altura para la perforación.  

Posteriormente se realizará la colocación de la armadura e inyección de la lechada de cemento por el interior de la armadura hasta el consumo previsto, y su colmatación por el exterior de la perforación. Una vez terminados los micropilotes, se dejará terminada la parte superior de éstos rematándola con la cara superior, utilizando un mortero sin retracción de reparación estructural por adherencia, regularizando esta superficie.  

Tras esta fase, se procederá a corregir las patologías en forma de grietas y fisuras producidas en la solera durante los trabajos, volviéndose a ejecutar el pavimentado conforme a su estado original. Las empresas interesadas en participar en este concurso tienen hasta el 7 de junio para presentar sus ofertas.