Grupos reducidos y con reserva: así abrirá el mayor yacimiento funerario de Al-Ándalus, en Málaga
Tras recibir la autorización del Ayuntamiento de Málaga, la Junta pretende abrir al público este espacio después del verano y antes de que finalice el año.
22 junio, 2022 05:15Noticias relacionadas
El patrimonio arqueológico como elemento clave de la oferta cultural y turística de Málaga. Referente del turismo en la última década, la capital de la Costa del Sol empieza a sumar importantes e interesantes atractivos relacionados con su pasado.
Los vestigios musulmanes del arrabal de Attabanim, encontrados durante la construcción del Metro en la Avenida de Andalucía; la villa de origen romano hallada en los sótanos del Museo Thyssen… Y ahora, el mayor yacimiento funerario descubierto en Al-Andalus, que se localiza en los bajos de unos edificios de la calle Agua, en las proximidades del Centro histórico.
Lejos de la renuencia con la que las administraciones han afrontado estos importantes descubrimientos, ahora se apuesta de manera decida por abrirlos al visitante, convirtiéndolos en productos de conocimiento para el común de los vecinos y visitantes.
El último movimiento tiene a la Junta de Andalucía como protagonista. Tras mantener cerrada durante más de tres lustros la mezquita funeraria de la calle Agua, avanza de manera decidida por devolver la vida a este rico descubrimiento. Lo hace con el camino allanado, toda vez que el Ayuntamiento acaba de autorizar los trabajos que se van a realizar en el yacimiento.
Con todo, según ha confirmado la delegada en funciones del Gobierno andaluz, así como responsable de Cultura, Carmen Casero, la previsión es que la apertura al público del enclave arqueológico sea posible después de verano y antes de que concluya el año.
Eso sí, la puesta en valor se va a hacer con condiciones muy claras. Por ejemplo, las visitas para conocer las piezas que se conservan bajo tierra serán reducidas y con reserva previa. Una medida habitual en este tipo de escenarios y mediante la que se persigue no afectar a la conservación del hallazgo.
A la espera de que llegue ese momento, ¿por qué es tan rico lo encontrado en calle Agua? Se trata de un yacimiento funerario descubierto en la segunda mitad de los años 80 en el número 22 de esta céntrica calle malagueña. Las reclamaciones para su puesta en valor han sido numerosas a lo largo de los años.
Uno de los colectivos más activos ha sido la Asociación Victoriana de Capuchinos y la Fuente, que a principios del año pasado remitió un escrito a la Junta haciendo esta petición y recordando que se trata de las "dos únicas mezquitas funerarias conocidas hasta el momento de la España islámica y parte de un mausoleo, oratorios funerarios que pertenecen a la necrópolis islámica de Yabal Faruh, la más grande descubierta de Al-Andalus".
De acuerdo con los estudios históricos, existió en Málaga durante la época del Califato Omeya (siglos VIII-XI) una primera necrópolis islámica situada junto al mar que acabó por perder su uso una vez el puerto de Málaga recuperó su importancia comercial. Fue entonces cuando el espacio funerario se trasladó desde la falda norte de Gibralfaro hasta las inmediaciones de El Ejido, ocupando una gran extensión.
Las excavaciones arqueológicas permitieron ampliar los límites de este cementerio, cuyo uso se calcula entre los siglos XI al XV y que está considerado como "el más grande tanto por espacio como por densidad de enterramientos de Al-Andalus". Debido a su buen estado, fue impulsada la construcción de un centro de interpretación de unos 500 metros cuadrados, 200 de los cuales corresponden a un circuito de visita.
Otros enclaves futuros
La hoja de ruta trazada con estos restos funerarios se asemeja a la diseñada por el Ayuntamiento de Málaga con la villa romana que fue encontrada durante la construcción del Museo Thyssen. También en este caso, el Consistorio viene trabajando en la apertura a los visitantes. Aunque la previsión es que este hito tenga lugar antes de acabar el ejercicio, la realidad es que no hay una fecha concreta.
Los futuros visitantes, también en grupos de menos de 10 personas, podrán ver la antigua villa romana, piletas de salazones de pescado y, sobre todo, un ninfeo (una fuente) decorado de peces (varios atunes, un voraz, entre otros) y paneles pintados.
Según los arqueólogos, en el recinto se constatan varias líneas temporales. La más tardía, correspondiente al periodo entre finales del siglo I y finales del siglo III, es de las piletas de salazones. Pero también se observan restos de una domus romana construida en el siglo III y que funcionó hasta mediados del siglo IV. La villa se emplazaba en la periferia de la urbe, diferenciándose claramente la zona residencial, donde se distinguen hasta 14 habitaciones, y la zona industrial de fabricación de salazones.
La otra gran apuesta expositiva viene de la mano también de la Junta. En este caso, con protagonismo claro para el Metro, en cuya ejecución fue excavada una parte importante del arrabal de Attabanim. Del mismo fueron rescatados un centenar de piezas de época medieval islámica (con una cronología que va desde el siglo XII al XIV), así como de una etapa moderna (s.XVI-XVIII) y contemporánea (s.XIX-XXI). Todas ellas estarán expuestas en una sala acondicionada en el interior del túnel del suburbano.
La previsión es que esta sala sea abierta a lo largo del año 2023. Una de las particularidades del proyecto es que este espacio cultural será bautizado con la denominación de Enclave Arqueológico de Malaqa, con el objeto de resaltar la presencia de la ciudad islámica con su muralla nazarí conservada in situ y un extenso arrabal con una intensa secuencia de ocupación.