Málaga

Casi once años después de que entrase en vigor el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) de Málaga, algunas voces que ponen sobre la mesa la necesidad de que la ciudad ponga en carga nuevos suelos. La supuesta escasez de los mismos y la compleja burocracia, que en algunos casos eterniza la tramitación de ciertos desarrollos, estaría detrás, según estas voces, del elevado precio de la vivienda en la capital de la Costa del Sol.

Cuestión objeto de reflexión estos días después de que el Observatorio de Medio Ambiente Urbano (OMAU), dependiente del Ayuntamiento, haya denunciado la expulsión de un importante número de vecinos incapaz de afrontar el pago de los precios de compra o alquiler de una vivienda.

Pese a las advertencias lanzadas por algunos expertos, la realidad es que atendiendo a los datos objetivos, la urbe sigue disponiendo de una importante bolsa de terrenos sobre los que edificar, muchos de ellos destinados a un producto protegido o de precio asequible.

Sobre este particular ha dado detalles el concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López, durante el último Pleno ordinario del Ayuntamiento. En el marco de una moción presentada por el PSOE, en el que denunciaba la ausencia de políticas municipales para regular el precio de la vivienda, López ha desgranado parte de las actuaciones actualmente en marcha.

Infografía de una de las zonas contempladas en Distrito Zeta.

Y sobre todo ha puesto en valor la existencia de reservas que, una vez materializadas, podrían sumar al actual parque inmobiliario del orden de 22.600 viviendas libres, a las que añadir otras 9.000 protegidas. "Hablamos de suelos activos", ha apuntado, admitiendo que en el listado manejado han quedado fuera otros terrenos y operaciones que cuentan con licencia de obras, caso de las torres de Torre del Río, las construcciones de El Cañaveral, de La Princesa, de Los Guindos o la antigua Flex, por ejemplo.

Bien es cierto que no todas las operaciones apuntadas se van a poner en marcha el mes que viene. Pero en general se trata de iniciativas ya impulsadas. Las más próximas, por así decirlo, podrían ser las torres de Repsol, la operación de Térmica, Distrito Zeta o Cortijo Merino.

Algo más habrá que esperar para que el camino quede allanado para Camino de San Rafael, zona ahora copada principalmente por naves, sobre la que el planeamiento dibuja un nuevo barrio de 2.800 casas; Nereo, donde se prevén varias torres con capacidad para 800, o Largar de Oliveros, una gran extensión de suelo en Puerto de la Torre con capacidad para otras 4.644. 

Infografías de las torres dibujadas en Nereo, en Málaga capital.

Sobre esta última localización, hay que recordar que han sido aprobadas ya dos unidades de ejecución, una de ellas en manos de la Agencia Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA), y la otra de varios propietarios, entre los que destaca el propio Ayuntamiento.

Estos son algunos de los grandes sectores de vivienda libre:

  1. Rojas Santa Tecla: 2.847
  2. Distrito Zeta: 3.443
  3. Lagar de Oliveros 4.644
  4. Morales: 430
  5. El Coronel: 554
  6. Camino San Rafael: 2.800
  7. Lagarillo: 285
  8. Repsol: 902
  9. Térmica: 850
  10. San Cayetano: 1.805
  11. El Pato: 420
  12. Wittenberg: 600
  13. Cortijo Merino: 1.250
  14. Manzana Verde: 963
  15. Nereo: 801

Otro tanto sucede con las reservas de suelo que en muchos de estos sectores se hace para vivienda protegida. Las cifras son concluyentes y confirman que la ciudad dispone de proyectos en suelos privados que vienen a sumar más de 8.500 pisos sociales o a precio asequible. Un valor absoluto al que pueden añadirse las 530 sobre suelo público en el sector Universidad que el Consistorio quiere dejar en manos de promotores privados.

En este caso, estas son las piezas más relevantes:

  1. Repsol: 400
  2. Térmica: 300
  3. Wittenberg: 163
  4. Nereo: 144
  5. Camino San Rafael: 963
  6. Manzana Verde: 803
  7. Distrito Zeta: 1.100
  8. Cortijo Merino 562
  9. El Coronel: 202
  10. Lagar de Oliveros: 1.890
  11. Sepes: 1.400
  12. San Cayetano: 580

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