A Rafael Moneo es fácil identificarle. Su pelo canoso, su posición algo encorvada por el paso de los años, le hace destacar incluso escondido entre un grupo de personas que espera pacientemente a pocos metros del edificio que lleva su apellido.
Junto al reconocido arquitecto tudelano, José Luis López, quien fuera responsable de Promociones Braser y que sigue vinculado a la operación de Hoyo de Esparteros, y la concejala del distrito Centro, Gemma del Corral. Apenas unos minutos después aparece en escena el concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López.
Nombres propios a los que finalmente se suma el del alcalde, Francisco de la Torre, conformando la comitiva que ayer miércoles pudo conocer in situ todos los detalles de una intervención que, oficialmente, quedará inaugurada en las próximas semanas.
EL ESPAÑOL de Málaga aprovecha el momento para acercarse a Moneo. "¿Es usted periodista entonces? Creía que era un malagueño curioso", dice a modo de presentación al verse sorprendido. Pese a ello, amablemente contesta a las pocas preguntas que, por el tiempo, se le pueden formular.
-¿Está contento con el resultado?
-Creo que está bien. No soy yo quien lo tiene que decir, me parece que cumple con lo que nos proponíamos con lo que Hoyo de Esparteros fuese. En este momento le explicaba a la concejala que la plaza no termina ahora en el fondo de saco que era Hoyo de Esparteros, sino que se recupera todo el paso al río y la pasarela. Confío en que el mercado de Atarazanas encuentre un poco de ayuda para aliviar la densidad que tiene.
-Nos decían durante la fase de construcción, que usted había dedicado mucho tiempo y atención a la réplica de La Mundial.
-La Mundial ha sido pieza clave. Algunas de las dificultades que hemos tenido han procedido de ella. Creo que es impecable el modo en que se ha recuperado… Habrá gente que dude de que La Mundial esté en otro sitio. Las dimensiones de La Mundial son las mismas, no es que la hayamos hecho más corta, se ha desplazado más atrás y sigue siendo protagonista de la plaza.
-A modo de conclusión, ¿está contento con el resultado final?
-Estoy contento. Me gustaría que mereciese el beneplácito de los malagueños. Mi satisfacción ahora será esa. No se trata de contentar a todo el mundo, las cosas se acaban imponiendo por sí solas, si está bien será porque la ciudad lo haya hecho suya. Que haya opiniones discordantes es lo que ocurre en la vida social en la que estamos. No hay que sorprenderse por ello.
La firma de Moneo es la que trasciende desde hace más de una década de un proyecto que no ha pasado desapercibido. A los numerosos problemas económicos a los que se enfrentaron los promotores originales, finalmente, solventados tras la implicación en la operación de H10, hay que sumar la sonora polémica ciudadana generada.
Primero por el ajuste urbanístico que permitió casi duplicar la altura que el planeamiento permitía para el hotel. Segundo porque para hacer posible la materialización del establecimiento hotelero fue precisa la demolición del Palacio de los Condes de Benahavís, que en sus últimos años funcionó como la pensión La Mundial.
Pese a los numerosos escollos en el camino, que dilataron durante años la actuación, la realidad es que el conjunto de Hoyo de Esparteros está próximo a quedar completado. De hecho, el hotel de 4 estrellas, el Málaga Croma H10, abrirá formalmente sus puertas el 22 de julio. Mientras, en los dos edificios de oficinas localizados en el interior de la parcela, uno de ellos la réplica de La Mundial, se ultiman los detalles y se está a la espera de los acuerdos con los futuros inquilinos.