El futuro del histórico restaurante de los Baños del Carmen en Málaga queda garantizado. Al menos durante un año. A apenas semanas de que venza la autorización concesional de la que disponen los actuales concesionarios del antiguo balneario, la Junta de Andalucía tiene vía libre para otorgar una nueva autorización concesional por un año, con posibilidad de ampliarlo a una segunda anualidad.

Aunque esta es la posición en la que viene trabajando desde hace meses la Administración regional, el camino queda ahora expedito tras el informe emitido por la Dirección General de Costas, en el que viene a avalar la hoja de ruta trazada.

En el documento del ente estatal, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL de Málaga, Costas deja en manos de la Junta la posibilidad de elegir entre dos caminos para determinar el futuro del restaurante de los Baños del Carmen. 

El primero de ellos, que es el que se va a tomar, permite al Gobierno andaluz ampliar el periodo concesional a los actuales explotadores, "incluyendo los 1.530 metros cuadrados de más que la instalación referida tiene, hasta un total de 3.332 metros". 

No obstante, subraya que la nueva autorización "se interrumpirá" cuando, una vez aprobado el proyecto constructivo del parque marítimo terrestre que redacta el Ayuntamiento, "se determine con precisión la superficie a ocupar por esta instalación".

A este elemento hay que sumar otro que, llegado el momento, puede incidir de manera clara sobre la actividad del histórico edificio. En concreto, Costas alude a que la autorización quedará interrumpida "siempre y cuando" la Delegación de Cultura de la Junta declare el inmueble como Bien de Interés Cultural (BIC), trámite en el que se encuentra trabajando en la actualidad.

Fuentes de la Administración regional consultadas aseguran que el mantenimiento del negocio hostelero es perfectamente compatible con la pretendida protección del edificio. La misma, en cualquier caso, es esencial para garantizar su continuidad en un emplazamiento que es considerado inundable. Sobre ello, otras fuentes incidieron en que de no ser incoado el expediente BIC de los Baños del Carmen, "difícilmente se puede justificar su mantenimiento".

Es decir, que sea catalogado como Bien de Interés Cultural es la salvaguarda necesaria para evitar la demolición de la histórica construcción, que suele ser sometida a los continuos embates de los temporales.

Pero Costas también traza una segunda vía, que supone "determinar la improcedencia de mantener la autorización". Habla también de que en caso de otorgar la misma superficie que ha sido objeto del título que vence en el mes de agosto de este año, "ha de garantizar que se demuele la referida ocupación de 1.000 metros cuadrados de almacén y la implantación de nuevas zonas de mesas y sillas, parte de ellas con toldos o carpas, de unos 530 metros".

A la espera del BIC

Queda la duda sobre el momento en que el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía tomará en consideración el acuerdo para la declaración del BIC. Lo que sí sabemos es que a mediados del pasado mes de marzo, la Delegación de Cultura remitió la propuesta formal en la que se solicita la incoación del correspondiente expediente, no sólo del antiguo balneario, , sino de toda la parcela sobre la que se proyecta la construcción de un parque marítimo terrestre.

La propuesta pide la incoación del procedimiento para la inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Cultural, del inmueble Balneario de Baños del Carmen, con la tipología de Lugar de Interés Etnológico. 

La salvaguarda se dejará sentir no sólo sobre la histórica edificación, hoy convertida en referencia hostelera de la capital de la Costa del Sol, y sobre el terreno del antiguo camping, sino también sobre el entorno urbano más directo.

La zona delimitada incluye la avenida Pintor Joaquín Sorolla, desde la confluencia con el paseo marítimo Pablo Ruiz Picasso, desde donde se presenta una visión continua del Balneario en su recorrido hasta cambiar de nombre por la avenida Juan Sebastián Elcano.

Al mismo hay que agregar la avenida Juan Sebastián Elcano, ya que posee una visión del balneario de características similares; el paseo marítimo Pablo Ruiz Picasso en su recorrido final, al poseer una visión casi global de la fachada de poniente del recinto del Balneario; la calle Pez Plata, que une la avenida Juan Sebastián Elcano con la calle Bolivia, desde la que se visualiza toda la zona de árboles del antiguo camping; la calle Bolivia, como prolongación del paseo marítimo Pablo Ruiz Picasso.

Desde Cultura se advierte de que una vez aprobada la declaración como BIC, los propietarios, titulares de derechos y poseedores de los bienes localizados en la zona de protección "tienen el deber de conservarlos, mantenerlos y custodiarlos, de manera que se garantice la salvaguarda de sus valores". 

Origen del espacio

En el expediente se relata la historia del Parque Balneario de Nuestra Señora del Carmen, creado en 1918, convertido en 1921 en establecimiento fijo de arquitectura estable, abierto todo el año. "Del proyecto constructivo original ejecutado en 1919 podemos distinguir elementos que aún perviven, como el cerramiento de acceso al espacio (portada, caseta y vallado) y las columnas de las pérgolas norte y sur; la plataforma aterrazada de 1921; algunos elementos muebles del jardín histórico y de la terraza sur (entre 1919-24); restos de diseño de ajardinado de diferentes periodos en el jardín trasero", se precisa.

Pese a la disparidad del patrimonio concentrado en el enclave, en el informe se destaca que tanto las edificaciones como el entorno natural "son una entidad indivisa histórica, y como bien patrimonial, forman parte del mismo proyecto desde el origen y comparten el mismo uso, siempre ligado a la cultura de baños de mar, actividad continuada en el tiempo hasta la actualidad, que identifica un modo de vida y una costumbre social, de la que el bien es escenario y testimonio inestimable".