Uno de los más significativos y ambiciosos proyectos de reurbanización impulsados en la última década en Málaga capital ha sido la que ha permitido ampliar sustancialmente el espacio peatonal de la Alameda Principal. Tanto como para sus dos laterales hayan quedado cerrados al tráfico rodado, que queda acotado a la plataforma central.

Sin embargo, la propuesta de intervención materializada hace ya casi tres años sigue mostrando una tara evidente: los puntos de césped creados a lo largo de toda la avenida. Son zonas ajardinadas que, debido al paso de los ciudadanos por encima, quedan maltrechas cada poco tiempo, provocando una imagen poco deseable.

Son ya varios los episodios en los que el Ayuntamiento se ha visto obligado a intervenir ante el deterioro existente. La última este mismo miércoles, cuando los operarios contratados han empezado a colocar nuevas franjas de césped en los puntos más afectados.

Desde la mañana de este miércoles pueden verse a trabajadores del servicio de Parques y Jardines del área de Sostenibilidad Medioambiental trabajando en la Alameda para sustituir la capa vegetal. Hace poco más de un año ya tuvieron que intervenir para corregir estas deficiencias y colocar un nuevo sistema de riego. 

El proyecto de transformación de la Alameda, cuyo coste final se ha disparado por encima de los 11 millones de euros, ha supuesto la creación de una zona de uso peatonal de unos 23.000 metros cuadrados, lo que supone el 70% del total, frente al 30% restante que queda concentrado en la parte central abierta al tráfico. Es una superficie equivalente, por ejemplo, a cinco calles Larios, cuyo cierre al tráfico fue el primer gran proyecto de peatonalización realizado en la ciudad de Málaga.