Ya sea por la preocupación creciente que genera el cambio climático o por el efecto positivo de pretender organizar una Expo Internacional relacionada con la sostenibilidad, el Ayuntamiento de Málaga sigue potenciando su perfil más medioambiental. Al menos en el plano teórico. 

Porque a los movimientos de los últimos meses sentando las bases del futuro cinturón verde, un reto mayúsculo a largo plazo, suma ahora la activación de un documento pionero en la ciudad: la redacción de una ordenanza bioclimática para la edificación y los espacios públicos y zonas verdes urbanas, tomando en consideración la caracterización medioambiental de la ciudad, así como sus recursos naturales (sol, vegetación, lluvia, viento) y las islas de calor. 

Para ir adelante con esta hoja de ruta, el equipo de gobierno malagueño ha publicado la contratación de una asistencia técnica para dar forma a este ambicioso documento. El plazo de presentación de las ofertas concluye el próximo 13 de octubre, siendo el precio inicial de contratación de 165.076 euros (sin IVA).

La iniciativa, que parte del Observatorio de Medio Ambiente Urbano de Málaga (OMAU), busca responder a una de las exigencias recogidas en el Plan del Clima de la capital de la Costa del Sol, bautizado con el nombre de ALICIA.

Una planificación que se ordena en torno a cuatro ejes, uno de los cuales es el modelo urbano y la movilidad. Y ahí es clave la apuesta por la edificación sostenible, de manera que se promueva una arquitectura bioclimática que aproveche los recursos naturales (sol, vegetación, lluvia, vientos) y reduzca el impacto ambiental. Una primera acción que viene a sumarse a otra mediante la que aplicar criterios bioclimáticos y de calidad ambiental (confort térmico, ruido, contaminación, etc.) en el diseño del espacio público.

Para alcanzar la meta pretendida, la labor que habrá de realizar el futuro adjudicatario no es sencilla. En los 15 meses fijados como calendario inicial del servicio, deberá, entre otras acciones, estudiar la Isla Urbana de Calor de Málaga, monitorizando y tomando datos climáticos para el registro de temperaturas, viento y humedad según las diferentes zonas urbanas durante un año completo, elaborar mapas de las islas de calor.

Trabajos a realizar

A este primer encargo, suma el correspondiente a la propia ordenanza bioclimática y ambiental de la edificación, para lo que se le pide que analice la normativa, directrices y guías de la Unión Europea, del Gobierno de España, de la Junta de Andalucía y del Ayuntamiento; tendrá que evaluar las ordenanzas de la edificación del PGOU de Málaga en estos aspectos.

Otro detalle contemplado en el pliego de condiciones que rige este contrato es que estudiará e incorporará criterios bioclimáticos mínimos a las edificaciones de uso residencial, productivo, comercial y de equipamiento para minimizar el impacto del cambio climático.

¿Con qué objetivos? Ahorro de energía mediante el aumento de la eficiencia energética en la construcción de los edificios y su uso; reducir el consumo hídrico y mejorar el aprovechamiento del agua; reducir el consumo de recursos naturales durante el proceso de edificación. 

En cuanto a la ordenanza relacionada con los espacios públicos y zonas verdes, el pliego señala la necesidad de estudiar y aplicar criterios bioclimáticos y de calidad ambiental para el diseño de los mismos, tomando en cuenta el soleamiento, el viento, las precipitaciones, el confort térmico…

Al futuro adjudicatario se le exige que coordine la realización de los trabajos de la ordenanza bioclimática de la edificación con el Departamento de Planeamiento y Gestión Urbanística de la Gerencia de Urbanismo y la ordenanza bioclimática de los espacios públicos y zonas verdes con el Departamento de Arquitectura e Infraestructuras y el Servicio de Parques y Jardines.