Cánovas del Castillo, el insigne político malagueño, tendrá que seguir esperando a que su ciudad natal cumpla con su memoria. Málaga vuelve a posponer el impulso definitivo del centro cultural prometido hace más de una década y con el que pretende rendir tributo a quien fue figura capital de la política española de la segunda mitad del siglo XIX, presidente del Gobierno con el que se aprobó la Constitución de 1876.
Como viene ocurriendo ejercicio tras ejercicio, la Casa de Cánovas es nuevamente relegada en las cuentas municipales. Apenas aparecen partidas testimoniales con las que aparentar un compromiso mantenido pero sin visos ciertos de ejecutarse. Para 2023, según el proyecto de presupuesto que este mismo lunes va a ser aprobado por el Pleno, apenas 10.000 euros asignados.
Desde el Instituto Municipal de la Vivienda (IMV), que tiene asumida la encomienda de esta operación, se asegura que la voluntad municipal es la de desarrollar este equipamiento, fijado en el Centro histórico de la ciudad.
Sin embargo, se admite la necesidad de disponer de financiación alternativa para activar la iniciativa. En este caso, como ya está ocurriendo con otras muchas intervenciones acometidas desde la Casona del Parque, la esperanza pasa por los fondos europeos.
La realidad es que, como en otras asignaturas pendientes de Málaga, transcurren ya más de 20 años desde que el Ayuntamiento se hiciera con la propiedad de la casa donde nació Cánovas.
Desde ese día, el paso del tiempo no ha dejado la colocación de un solo ladrillo, pero sí al menos la elaboración del necesario proyecto y la aprobación del estudio de detalle mediante el que se ordenan los solares sobre los que, llegado el día, se levantará el Centro Cultural Cánovas del Castillo.
La superficie afectada por el proyecto era una de las afectadas por el fallido convenio de las tecnocasas, operación urbanística que pretendía desarrollar la Administración regional y que nació en 2005.
El centro dedicado a Cánovas se proyecta en pleno Centro, "en un entorno bastante degradado, con una calle estrecha y oscura (calle Nuño Gómez), la casa abandonada de Cánovas, dos solares vacíos en estado de abandono y un edificio histórico representativo de la arquitectura del S. XIX catalogado en estado de pseudo ruina y de abandono tal que sólo se ha podido realizar un levantamiento de la planimetría mediante imágenes aéreas". Así se destaca en la memoria del equipo redactor del Estudio de Detalle, el estudio Fresneda & Zamora.
La propuesta de intervención incluye un proyecto común a las cuatro parcelas: la casa original de Cánovas, con 226 metros cuadrados; dos solares contiguos, de 137 y 143 metros, respectivamente, y un edificio histórico de 181 metros.
Espacio 'coworking', biblioteca y salón de actos
De acuerdo con los planes iniciales, dentro del conjunto se quiere incorporar "un centro de formación", un espacio de coworking con el que dar mayor dinamismo a la zona.
Una de las particularidades del diseño previsto, en el que se apuesta por una arquitectura "neutra, atemporal, de volúmenes blancos con galerías, patios y zaguanes", es que incorporará una plaza de uso público en su interior. A esto se añade una biblioteca y un salón de actos, entre otros.
La inversión inicialmente manejada ronda los 1,2 millones de euros. El techo edificable proyectado es de 1.300 metros cuadrados. Los primeros pasos que ahora tienen continuidad se dieron a mediados de 2018, cuando el ente municipal encargó la redacción del proyecto de recuperación del inmueble, que además de un centro dedicado a la figura de quien fuera presidente del Consejo de Ministros, añadía la idea de establecer el Distrito Centro.
El edificio donde nació Cánovas fue adquirido en 2001 junto a otros dos colindantes -los números 9, 11 y 13 de la calle Nuño Gómez, en el entorno de Carretería-, pero su estado era tan lamentable que fueron parcialmente demolidos en 2004. Desde aquel entonces hasta ahora.