La puerta abierta a la esperanza para recuperar la construcción del que estaba llamado a ser uno de los grandes centros deportivos de Málaga, el proyectado en los terrenos de Bizcochero-Capitán, junto a la Ciudad de la Justicia, se cierra.
El Consejo de Administración de la Gerencia de Urbanismo tiene previsto aprobar en su próxima sesión, este miércoles, la desestimación del recurso interpuesto por la entidad Comonsa Sur, S. L. U., contra el acuerdo adoptado por el ente municipal en febrero de 2020, por el que fue rechazada la solicitud de transmisión del Derecho de Superficie de los terrenos otorgado a Udisa (Unión de Iniciativas Empresariales) en abril de 2005.
Así reza en el expediente que va a ser objeto de debate en el consejo, en lo que se incluye como segundo punto el dar cuenta del acuerdo al Juzgado de lo Mercantil número 2 de Málaga en el que se tramita el procedimiento de concurso de Udisa.
De facto, esto supone un nuevo revés para retomar este proyecto deportivo. Desde la adjudicación del derecho de superficie de los terrenos municipales hasta el momento actual pasan ya casi 19 años, sin que se haya avanzado lo más mínimo en la infraestructura. De hecho, salvo la construcción de una base de pilares, no hay resto alguno del complejo.
En el documento, consultado por EL ESPAÑOL de Málaga, se precisa la necesidad de que los licitadores incluyan un plan de la inversión a realizar y el periodo previsto de la amortización, con el objeto de acreditar su solvencia económica.
Esa misma documentación, se indica, fue requerida y presentada por Comonsa Sur, lo que dio lugar a un estudio por parte de los técnicos en febrero de 2020. En el mismo, se sentencia: "No parece que quede acreditada por parte de la entidad Comonsa Sur la solvencia económica y financiera necesaria para garantizar el desarrollo inmobiliario previsto en la parcela deportiva de titularidad municipal".
Posteriormente, junto con el escrito de interposición del recurso, la firma privada presentó nueva documentación acreditativa de la solvencia económica, que dio lugar a un segundo informe de la Sección de Valoraciones.
En el mismo se insiste: "No se aporta información económica distinta a la ya obrante en el expediente y no parece que quede acreditado la solvencia económica y financiera de la empresa para el desarrollo del Derecho de superficie".
El reparo municipal añade la posición contraria también del Área de Deportes, que el 20 de julio de 2020 emite un informe indicando que la documentación aportada por Comonsa para justificar la solvencia técnica referida a la empresa Activaclub "consiste en un dossier en el que no se recoge ninguno de los requerimientos que se exigen en la Cláusula séptima, punto 2, del Texto refundido del Pliego de condiciones por el que se rige el derecho de superficie, no pudiendo emitir informe al respecto al no conocer datos esenciales para la redacción del mismo".
Un proyecto 'fantasma'
Con estas bases, el centro deportivo de Bizcochero-Capitán seguirá siendo un fantasma. Los planes originales, cuando la Gerencia de Urbanismo salió al mercado en la búsqueda de un socio privado dispuesto a ejecutar sobre el terreno un complejo puntero en la zona de Teatinos elevaban la inversión a realizar por Udisa a 50 millones de euros. La previsión era construir un gran pabellón cubierto, 14 pistas de pádel, tres campos de fútbol, 1.120 plazas de aparcamiento soterradas…
La mayor parte de la parcela sigue siendo un erial donde crece la maleza y, lo más que se atisba de lo que tendría que haber sido, es una especie de sótano hormigonado donde crecen los pilares. Junto a la calle Fiscal Luis Portero se mantiene un gran cartel ajado por el paso del tiempo donde antaño se podía ver la imagen del proyecto.
El cúmulo de adversidades que han jugado en contra de su desarrollo es amplio. De las discrepancias iniciales entre la empresa promotora y el Ayuntamiento, que retrasaron la concesión de la licencia hasta septiembre de 2007, se pasó a la crisis del ladrillo, que se llevó por delante a Udisa.
Su incapacidad para disponer de la financiación necesaria sumió la iniciativa en el abandono más absoluto. La decadencia de la mercantil le llevó a la quiebra en 2014, cuando fue declarada en concurso. Durante años, la Gerencia de Urbanismo sopesó la posibilidad de rescatar la parcela otorgada en concesión ante el evidente incumplimiento de los objetivos marcados. Sin embargo, en todo este intervalo no ha sido posible.
Una de las razones expuestas por los entonces responsables municipales era la complejidad jurídica de rescatar una concesión que había sido íntegramente abonada por la mercantil: 6,1 millones de euros.
Hace ahora casi cuatro años, antes de la llegada de la pandemia, el Juzgado de lo Mercantil 2 de Málaga adjudicaba en subasta el derecho de superficie del sector, con un techo edificable de 16.000 metros cuadrados. La maniobra formaba parte del plan de liquidación de Udisa.
Fue la única empresa que concurrió al concurso. Sin embargo, cuando parecía que se despejaba el camino del complejo deportivo, de nuevo el conflicto. Aunque la subasta judicial se dio por buena, el procedimiento subrayaba la necesidad de que la misma contase con la anuencia del Ayuntamiento, al tratarse de una parcela municipal.