"Llegamos con el camión y nos llevamos las mesas y las sillas de las terrazas", cuenta la concejala de Comercio, Elisa Pérez de Siles, para explicar el modus operandi empleado por el Ayuntamiento de Málaga ante los negocios de hostelería que incumplen de manera reiterada la normativa de ocupación de vía pública. Un gesto que, por lo que cuenta la edil, este año 2022 se ha repetido en 55 ocasiones.

Es uno de los detalles más relevantes de la estadística sobre el trabajo de los inspectores de Vía Pública del Consistorio, generalmente cuestionada por su papel en el control de las terrazas de los cientos de bares y restaurantes desplegados por toda la ciudad.

Según los datos facilitados por Pérez de Siles a EL ESPAÑOL de Málaga, estos operarios municipales han impulsado 997 actuaciones en las terrazas durante el último año. Son intervenciones, cabe precisar, diferentes y complementarias a las realizadas por los agentes de la Policía Local, cuya cruzada contra los incumplimientos de las ordenanzas de Convivencia y Ocupación de Vía Pública se ha reforzado de manera clara desde hace unos siete meses.

De estas 997 acciones, 428 han estado motivadas en la comprobación de un exceso de ocupación. Es decir, el hostelero había colocado más mesas y sillas de las autorizadas. Ello se traduce en la apertura de un acta que se liquida de manera directa, cobrándole por ese aprovechamiento indebido. Y hay 309 apercibimientos a los negocios, al objeto de que corrijan las anomalías detectadas.

Para Pérez de Siles, estos datos evidencian "que la labor inspectora se realiza y se hace con contundencia". Aclara la edil que eso no implica que el sector sea especialmente incumplidor, ya que hay un "porcentaje elevado" de negocios que repite como receptor de apercibimientos y excesos de ocupación. La gran mayoría de actuaciones se producen en los barrios donde la densidad hostelera es mayor, caso del Centro histórico, Teatinos y Echeverría de El Palo. 

El trabajo "silencioso" 

Más allá de los focos que se posicionan habitualmente sobre el trabajo que Comercio hace con las terrazas o las aperturas de negocios, hay una especie de "trabajo silencioso" que pasa más desapercibido. Pero que, como subraya Pérez de Siles, es esencial en el día a día de la ciudad.

A modo de ejemplo, la concejala habla de la tramitación este año de más de 300 alertas sanitarias, lo que ha llegado a provocar el cierre de establecimientos. En este marco de actuación, hay que contar 4.004 visitas; 176 denuncias de parte por posibles intoxicaciones, lo que obliga a acudir al establecimiento y analizar el producto, con más de 700 muestras de alimentos. 

Pérez de Siles destaca, también, las casi 400 peticiones de informes recibidas por el área para facilitar las exportaciones de productos agroalimentarios. Son documentos que han de ser otorgados en menos de 24 horas. Y las 1.639 reclamaciones de consumidores que han sido tramitadas este año.