La plataforma ciudadana Bosque Urbano sigue moviendo sus fichas en la compleja partida de ajedrez en la que se dirime, en buena medida, el futuro de los antiguos suelos de Repsol. Si a un lado de la mesa está este colectivo social, que pretende evitar la construcción de cuatro grandes torres de viviendas y oficinas en la parcela, al otro se encuentran el Ayuntamiento y los promotores y fondos de inversión interesados en hacerse con la parte de los terrenos.
Es a estos últimos a los que apela ahora Bosque Urbano en el intento de seguir reforzando su plan para que los casi 180.000 metros cuadrados objeto de conflicto sean destinados únicamente a zona verde.
La entidad ha remitido a todos y cada uno de los licitadores que mantiene su participación en la subasta activada por el Consistorio para enajenar sus aprovechamientos en el sector para advertirles no sólo de que no cesarán en su empeño de impedir el desarrollo urbanístico de esta parcela, sino también del "grave perjuicio" de imagen que sufrirán la empresa o empresas que desarrollen las torres.
En la comunicación, Bosque Urbano apela a la responsabilidad social corporativa de las entidades. El documento recoge una serie de razones por las que, a su juicio, no debe ir adelante la propuesta inmobiliaria dibujada en el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU).
Se habla en concreto de hiperpoblación, carencia de zonas verdes, inexistencia de red viaria para la movilidad ciudadana, perjuicio de la salud física y mental de la vecindad, destrucción del tejido comercial…
Las empresas a las que se les ha remitido el escrito son Urbania, Exxacon, Stoneweg, Acciona y Single Home. Y a todas ellas se les plantea la posibilidad de formalizar encuentros y reuniones para abordar este asunto.