El documento técnico que sentará las bases para la construcción del túnel de 2,3 kilómetros mediante el que el Ayuntamiento de Málaga quiere enterrar el tráfico que pasa actualmente por Muelle Heredia, el Paseo de los Curas y, en parte, por el Paseo Marítimo Pablo Ruiz Picasso, se va a hacer esperar más de lo previsto.
Y ello después de que el Consistorio haya dado luz verde a un modificado solicitado por la empresa adjudicataria, Esteyco, para alargar el periodo de elaboración del trabajo. En total, de respetarse esta prórroga, serán 11 meses los que se extienda la asistencia técnica, lejos de los 6 meses objeto del contrato original.
Conforme a este calendario, y dado que el contrato fue formalizado el 18 de abril del año pasado, es de prever que este trabajo, clave en la gran operación de transformación del eje litoral, esté sobre la mesa del Consistorio en la segunda mitad del próximo mes de marzo.
Entre los aspectos valorados por la mesa de contratación a la hora de optar por la propuesta de Esteyco estaba la decisión de tramificar el trazado "por la distinta naturaleza de la actuación", analizando distintas conexiones del eje litoral. Una de ellas, "con el norte a lo largo del Guadalmedina".
"Para solventar la complejidad de las fases constructivas, usarán representaciones en 3D para identificación rápida de problemas y descripción de soluciones", se indicaba en el informe, en el que se destacaba también la idea de monitorizar los edificios existentes ante ruidos y vibraciones, para procurar no afectarlos, así como realizar un inventario previo de los mismos.
En cuanto a sostenibilidad energética, Esteyco hablaba del uso de geotermia mediante la inclusión de sondas geotérmicas en las pantallas del túnel, con el objetivo de lograr que el balance energético de la infraestructura en la fase de explotación sea 0.
En el expediente se informaba de que la empresa contará con la colaboración de Doymo para la realización de microsimulaciones de tráfico. Y en cuanto al diseño visual del túnel, tendrá la participación de la empresa de iluminación SECOM, "especialista en actuaciones similares en diversas partes del mundo".
El paso soterrado previsto se alargará desde el río Guadalmedina hasta la calle Gutemberg, poco después del Hotel Palacio Miramar. Si bien estos trabajos permitirán perfilar en detalle las cuestiones económicas de esta infraestructura, los primeros cálculos realizados elevan el coste a unos 180 millones (IVA incluido).
La estructura tendrá doble nivel, con hasta tres carriles por sentido. Las estimaciones apuntan a que podría captar una intensidad diaria de hasta 65.000 vehículos. Una de las particularidades que busca el Ayuntamiento es que haya propuestas alternativas y coloridas para el interior del futuro túnel.