La segunda reunión del Ayuntamiento de Málaga con el colectivo cultural La Invisible, que viene ocupando de manera ilegal un edificio municipal desde hace 15 años, ha concluido sin acercamiento pleno entre las partes.
De hecho, el alcalde, Francisco de la Torre, ha condicionado cualquier posible uso futuro del inmueble por parte del movimiento a que previamente se produzca el desalojo del mismo y a que se acepten fijadas por el Consistorio.
De la Torre, que la semana pasada abrió por vez primera la puerta a que La Invisible pueda seguir desarrollando su actividad social y cultural en el edificio de la calle Nosquera una vez sea rehabilitado, insiste ahora en la necesidad de que salgan, de manera que el Ayuntamiento tenga "plena disponibilidad" de la construcción.
"Los planteamientos de posible concesión a La Invisible de una parte del conjunto tiene que estar precedido de la plena disponibilidad por nuestra parte; eso implica un reconocimiento por parte de La Invisible; se puede llamar desalojo o como se quiera", ha expresado el regidor tras el encuentro.
Un asunto que sigue siendo objeto de discrepancia entre las partes. "No hay un acuerdo pleno sobre este punto", ha admitido el alcalde. Aunque ha confiado en que se pueden buscar vías para acercar posturas, ha insistido en que cualquier concesión futura pasa por "ese desalojo pleno, aunque sea temporal, porque jurídicamente tiene que ser así".
El Ayuntamiento se ha comprometido incluso a redactar un documento en el que se recojan todas sus condiciones, así como un calendario de actuación. Una labor que ha de realizar, igualmente, el colectivo cultural. "Insisten en que haya una renuncia a nuestras acciones en el juzgado, pero para que haya esa renuncia tiene que haber una especie de acuerdo extrajudicial en el marco de lo que planteamos", ha destacado.
La última ocasión en la que fue solicitado en los juzgados el desalojo fue el pasado mes de octubre. Y no ha sido la primera. La razón que esgrimen los responsables municipales para plantear esta medida es la necesidad de intervenir dado el mal estado de conservación que tiene el edificio. Según los informes de la Gerencia de Urbanismo, hay salas clausuradas y una recomendación que pesa desde finales de 2014 para que no haya eventos de concurrencia pública.
En la línea de lo ya expresado en la primera reunión, De la Torre ha remarcado que una vez sea rehabilitado el edificio de Nosquera, que fue adquirido en su día por el Ayuntamiento para crear una incubadora de empresas culturales, no puede estar sólo explotado por La Invisible.
"Vemos que el edificio permite tener esa división vertical", ha apuntado, añadiendo: "Todas las acciones de proyección cultural nos gustaría que estuviesen en este edificio, con la visión de compartir no de exclusividad".
De sus palabras no parece desprenderse un rechazo pleno a la idea de que se ejecute el plan de recuperación elaborado por La Invisible, que fija la opción de hacer la obra por fases. Sin embargo, ha sido claro que en ese supuesto ha insistido en que los espacios deben estar vacíos.
Noticias relacionadas
- Málaga abre la puerta a que La Invisible siga tras la rehabilitación del edificio pero compartiéndolo
- La Invisible, el centro social okupa de Málaga que desafía a las autoridades y colabora con el Reina Sofía
- Málaga mantiene la presión sobre La Invisible y vuelve a pedir autorización al juzgado para su desalojo