La puesta en carga de suelos logísticos en Málaga capital se ha convertido en los últimos años en una de las grandes demandas del sector inmobiliario. La escasez de sectores de esta naturaleza o la falta de desarrollo de los mismos es advertida por numerosos expertos y promotores como un serio problema para el avance empresarial de la ciudad.
Ante esta situación, el Ayuntamiento de la capital de la Costa del Sol ha decidido mover ficha. Y lo va a hacer reduciendo las aportaciones económicas a las están obligados los promotores de estos suelos para mejorar las infraestructuras de la ciudad. La tasa actual es de 90 euros por cada unidad de aprovechamiento. Una cifra que se va a reducir, según ha confirmado el concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López, quien elude precisar cuál va a ser esta reducción.
Con este movimiento, aplaudido por los empresarios, lo que hace el Consistorio es renunciar a una parte de los ingresos que obtiene habitualmente por esta fórmula a cambio de que la ciudad pueda disponer de más desarrollos logísticos.
El argumento de López es de peso. "Lo que vamos a hacer es apretarnos el cinturón al bajar estas aportaciones, lo que nos va a obligar a financiar a pulmón determinadas infraestructuras, pero entendemos que ese esfuerzo se va a ver recompensado posteriormente por el impuesto de construcción, por las tasas de licencia y por la generación de empleo", afirma.
El Plan General de la ciudad, que data de mediados de 2011, reserva un total de 9.163.319,30 metros cuadrados para logística. Para dar a conocer las posibilidades de la ciudad, la Gerencia de Urbanismo elaboró años atrás un dosier con el listado completo de 23 sectores.
De acuerdo con aquella información, la suma de todos ellos era de 6.159.386,79 metros, con un techo edificable de 1.891.206,03 metros destinado a uso Productivo Logístico. Entre ellos, la mayoría son sectores que en ese momento carecían de ordenación pormenorizada, con 4.114.370,32 metros.
Aunque sin tanto detalle, el concejal ha dado a conocer esta decisión en el marco de las jornadas sobre suelo organizadas este martes por la Asociación de Constructores y Promotores (ACP) de Málaga y Aliseda. Una acción en la que se ha vuelto a poner de manifiesto la escasez de suelo, de todo tipo, con posibilidades de ser puesto en carga de manera inmediata.
Respecto a la vía abierta por la Gerencia de Urbanismo, la secretaria general de la ACP, Violeta Aragón, opina a favor de la misma, aunque considera que debe ser una acción que no debe quedar limitada a los suelos logísticos.
Durante una de las mesas redondas de la jornada, Ignacio Peinado, recientemente elegido presidente Fadeco Promotores, defendió la oportunidad de que desde las administraciones se colabore con los promotores privados subvencionando, con líneas de créditos o por medio de las cargas urbanísticas para generar barrios sostenibles "desde el origen". Esto es, desde la misma urbanización.
En este sentido, cuestionó que, por ejemplo, una empresa invierta del orden de 50 millones de euros en una obra de urbanización para después "darle las llaves" a la Administración local y que éste tenga que gastar todos los años "dos o tres millones de factura eléctrica". En este punto, subraya la posibilidad de cambiar una carga urbanística por la instalación de un alumbrado eficiente o la construcción de un tanque de tormentas en una determinada zona.