Si tiene la oportunidad de pasar por el centro comercial Muelle Uno del puerto de Málaga no pierda la ocasión para acercarse a ver este impresionante superyate de algo más de 96 metros de eslora que desde hace varias semanas permanece atracado en el puerto de Málaga. Se trata del Vava II, propiedad, según varios medios, del empresario suizo Ernesto Bertarelli.
Esta embarcación fue construida por el astillero inglés Devonport Yachts y botado en 2011. La inversión ascendió a 120 millones de euros. Destaca, además de sus dimensiones, su llamativo diseño, obra del estudio Redman Whitely Dixon, con sede en Hampshire. El interior, por su parte, es obra del diseñador francés Remi Tessier.
Dispone de seis cubiertas, tiene capacidad para 36 invitados y cuenta un helipuerto, así como de amplios garajes para cuatro embarcaciones auxiliares en popa y en proa, un club de playa abatible y una fantástica piscina de profundidad variable.
La presencia de este buque, cuya marcha no tiene fecha aún en el calendario, según fuentes consultadas, es una de las grandes referencias en las instalaciones de la marina de megayates de Málaga capital, cuya puesta en funcionamiento tuvo lugar a mediados del pasado mes de junio.
Igy Marina Málaga, gestionada por la multinacional Igy Marinas y Ocean Capital Partners, como socios principales, ha supuesto una inversión de unos 12 millones de euros y tiene capacidad para 33 atraques de entre 20 y 180 metros de eslora. De ellos, hay al menos dos reservados para embarcaciones de 100 metros o más; a las mismas hay que agregar dos para naves de 72 metros; tres de 60 metros; ocho de 50; nueve de 40, y siete de 30 metros de eslora. El reparto situará los barcos de mayor tamaño en el muelle 1.
La inauguración de las instalaciones se produjo después de que a principios de mayo atracasen los dos primeros buques. El Azimut Grande 35 Metri, con capacidad para 10 invitados, tuvo el honor de ser el primero. Y a este se le sumó un catamarán de más de 20 metros. Las dos escalas tuvieron, no obstante, un valor más simbólico que material.
Las superficies a gestionar por la concesionaria incluyen 41.484 metros cuadrados de lámina de agua, con la correspondiente superficie de tierra de 4.830 metros cuadrados. En conjunto, abarca una longitud de muelle de 770 metros. Según las estimaciones, puede generar un impacto económico para la urbe de unos 100 millones de euros anuales.