La misma empresa de autobuses que hoy pone a disposición de sus usuarios la posibilidad de pagar el billete mediante un código QR inserto en una aplicación de su teléfono móvil, es la que hace ahora algo más de siete décadas tenía operarios en el interior de sus vehículos cobrando el trayecto pasajero a pasajero.
Entre ambos hitos, casi 74 años de un viaje que viene a resumir a las claras la evolución tecnológica de la Empresa Malagueña de Transportes (EMT). La sociedad municipal, una de las más punteras a nivel nacional en el plano de la innovación, aspira ahora a dar otro salto con sus nuevas cocheras, instalaciones ajustadas a un tiempo en el que la sostenibilidad es clave.
Con el último movimiento, presentado la semana pasada por los responsables municipales, la empresa de autobuses de la capital de la Costa del Sol deja al viajero sin excusa para pagar su billete. Porque esta solución QR viene a complementar las otras numerosas y avanzadas opciones ya activadas en los últimos años para dar todas las facilidades a sus clientes.
Un pasito más en una secuencia de progreso en la que está instalada la empresa malagueña desde hace años. A mediados de 2022, la invención fue la de activar los sistemas para que cualquier ciudadano pudiese utilizar su tarjeta bancaria sin contacto o aquellas que están virtualizadas en sus dispositivos móviles para entrar en los buses. Y, por lo que parece, el éxito de la iniciativa ha sido pleno.
En los casi siete meses transcurridos desde la puesta en marcha del sistema, se han producido más de 600.000 validaciones por un importe económico superior a los 1,1 millones de euros. De acuerdo con los detalles aportados desde el Consistorio, cerca del 20% de estos usuarios pagaban antes en efectivo, pasándose al nuevo método.
"La primera en pasar del bonobús cartón"
"Fuimos la primera empresa española en pasar del bonobús cartón a la tarjeta sin contacto", recuerda Miguel Ruiz, gerente de la empresa municipal. Ese movimiento tuvo lugar en 2002 y permitió la eliminación de aquellos casi arcaicos soportes. Málaga lideró ese cambio, que posteriormente fue incorporado por el resto de empresas de transporte del país. En Zaragoza, por ejemplo, el cartón desapareció en 2006, cuatro años después.
Y ahora es el QR el protagonista. "Augura una nueva revolución", insiste Ruiz, quien explica que entre las ventajas del nuevo sistema está la posibilidad de "regalar billetes a tus seres queridos, premiar donación de sangre y una gran cantidad de promociones que pondremos en marcha".
Nada que ver con la figura del cobrador que, primero, en los antiguos tranvías, y, después, en los primeros vehículos del primitivo Servicio Municipal de Transporte Urbano (SMTU) tenían que hacer malabarismos para que todos los que subían a bordo pagasen lo que correspondía.
"Lo que tenía mucho mérito era el cobrador en los tranvías, con una cartera colgada, con cuatro puertas abiertas, con precios diferentes en función de si uno iba de la Alameda a La Malagueta, al 18 de julio... Y que no se le escapase nadie", rememoraba hace más de una década Luis Martínez de Tejada, uno de los históricos trabajadores de la compañía. El cobrador desapareció en 1976, cuando por orden del entonces gerente se impuso a los conductores cobrar también a los usuarios.
Todos estos cambios y avances son un exponente más en la gigantesca metamorfosis que ha sufrido el transporte urbano en la ciudad de Málaga. Una urbe que empieza a mirar en el horizonte cercano la llegada de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), que casi toca la llegada del Metro soterrado a la Alameda Principal, y que está realizando una apuesta considerable por autobuses más sostenibles.
Apuesta por autobuses limpios
El reto que tiene la EMT por delante es el de que toda su flota sea totalmente limpia y genere 0 emisiones contaminantes en el año 2030. En esta estrategia es clave la renovación de buena parte de los vehículos por 44 de nueva adquisición desde 2022 a 2024, buena parte de ellos eléctricos. La inversión necesaria supera los 20 millones de euros.
Y en esta misma línea de acción, es estratégica la construcción de las nuevas cocheras en la zona de Cortijo de Torres. La operación permitirá disponer de un complejo con capacidad para un centenar de autobuses eléctricos, con varias decenas de puntos de recarga. De hecho, las previsiones iniciales eran que las instalaciones tengan dimensión para 379 autobuses y 189 aparcamientos bajo rasante.
En el marco de esta actuación, la EMT acaba de adjudicar a la empresa Endesa el suministro e instalación de 40 cargadores eléctricos mediante pantógrafo invertido y manguera de conexión. El valor final del contrato asciende a 7,2 millones de euros (IVA incluido). El objetivo es proporcionar suministro de energía eléctrica en Baja Tensión a 40 cargadores con una potencia unitaria de 180 kW., cada uno, siendo la potencia total a instalar de 7.200 kW.
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