Caliente, caliente. El Metro de Málaga sigue avanzando en su aproximación definitiva al Centro de la capital de la Costa del Sol. El último hito, según han confirmado desde la Consejería de Fomento, ha sido la finalización de las pruebas en blanco en la parte final del trazado, que se extiende desde Renfe hasta la Alameda Principal.
De acuerdo con los datos aportados, la concesionaria Metro de Málaga ha completado la simulación de lo que será el funcionamiento comercial normal, aunque sin viajeros a bordo de los trenes, la pasada madrugada. Esto implica que este proceso final se ha extendido apenas cuatro días, ya que arrancaron en la madrugada del jueves de la semana pasada.
Desde el punto de vista formal, con la terminación de las pruebas en blanco se pone casi el broche definitivo a todas las comprobaciones que desde hace casi un año se vienen realizando en la infraestructura, incluyendo todos los elementos propios del material móvil, el sistema de seguridad y señalización, así como las propias estaciones.
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Antes de que la Administración regional fije la fecha de puesta en servicio del Metro en el tramo final al Centro, según indican las fuentes, la concesionaria tiene que "soportar con un informe el cumplimiento de los parámetros de las pruebas en blanco".
Ese informe tiene que ser revisado por la Agencia de Obra Pública de la Junta de Andalucía, que, en caso de validarlo, lo incorporará al expediente de autorización de puesta en explotación comercial.
La relevancia de la llegada al casco urbano es máxima. No sólo por el impacto simbólico de completar (aún restará el tramo hasta el Civil) la red del Metro, sino también porque permitirá doblar la demanda actual de pasajeros. De los casi 7 millones en los que ya empieza a moverse del ferrocarril urbano, tras pasar la pandemia de la Covid, a unos 14 millones de usuarios anuales.