Con más lentitud de lo inicialmente esperado, la millonaria subasta de las tres torres del Ayuntamiento de Málaga en los antiguos suelos de Repsol vuelve a moverse. Y lo hace tras anunciarse otro hito clave en el futuro de una operación en la que el Consistorio espera ingresar un mínimo de 43 millones de euros por sus aprovechamientos urbanísticos en el sector.
Casi un mes después de que se supiese que sólo Urbania sigue adelante en su apuesta por hacerse con los terrenos municipales en este estratégico solar, la mesa de contratación encargada de analizar estas proposiciones volverá a reunirse el próximo martes 21 de marzo, a las 09:00 horas, con el objetivo de "dar cuenta de los escritos presentados por los licitadores en el plazo otorgado (...), del informe emitido por el Servicio de Patrimonio Municipal al respecto, para su análisis y adopción de acuerdos que procedan".
A la espera de acontecimientos, esta sesión puede ser definitiva para, de un lado, confirmar la renuncia a seguir participando de la subasta de la mayor parte de las empresas interesadas en esta enajenación (Stonewg, Acciona, Single Home y Exxacon), y, de otro, validar la documentación que permite a Urbania seguir adelante en el proceso y, en última instancia, hacerse con este paquete inmobiliario.
De acuerdo con los datos conocidos semanas atrás, pese al carácter litigioso de los suelos, afectados desde hace meses por la reclamación judicial de Bosque Urbano, Urbania mantenía su oferta por los cinco lotes en los que están divididos los aprovechamientos municipales.
Queda por conocer el alcance de la oferta económica de la promotora. Lo que sí se sabe de su propuesta es el diseño de las futuras edificaciones, en las que cuenta con el trabajo de los estudios BIG (Bjarke Ingels Group), Toyo Ito y Morph. Cada uno de ellos ha dado forma a una de las torres, que tienen capacidad para un máximo de 528 viviendas de renta libre.
Detalles de la arquitectura
El anteproyecto plantea la extensión del futuro bosque urbano hacia las torres, mediante la integración de elementos vegetales en la edificación y el uso de estrategias comunes de diseño y de sostenibilidad.
El estudio de arquitectura danés BIG, Bjarke Ingels Group, es el responsable de la torre residencial de la parcela P2, sobre la que se podrán levantar 32 plantas de altura. La misma se basa en un concepto de villas dispuestas en vertical. Para ello, el diseño amplía la huella del edificio en las plantas superiores, en las que se configuran terrazas a doble altura con una frondosa vegetación.
Toyo Ito, premio Pritzker en el año 2013, considerado uno de los arquitectos más influyentes del mundo, ha estado a cargo del proyecto de la parcela P6 (28 plantas) junto al estudio B720, despacho liderado por Fermín Vázquez, profesor de la escuela de Arquitectura del IE de Madrid y autor de reconocidas obras arquitectónicas expuestas en el MOMA de New York o el Centro Pompidou de París.
Las parcelas P3, P4 y P5 han sido desarrolladas por el despacho madrileño Morph, con el arquitecto César Frías a la cabeza. La torre residencial (P3) con 30 plantas de altura, imita a la ceiba, un árbol que se ensancha y se retuerce de manera orgánica, generando una atractiva forma curva. La torre funciona como una estructura vegetal que se alimenta del sol mediante placas solares, almacena el agua de la lluvia y florece en función de las estaciones, lo que da lugar a un juego cromático.
La edificación comercial y de uso terciario (Parcelas P4 y P5), que genera un zócalo de cuatro plantas, se ha bautizado con el nombre de Hedera, la especie botánica conocida popularmente como hiedra, y completa el planteamiento vegetal del complejo bajo los mismos principios.