Casi dos décadas han tenido que pasar para que el Metro toque de lleno el corazón de Málaga. Para ser exactos, 17 años han transcurrido desde que los obreros pusieron la primera pica en la calle Villanueva del Rosario, en el distrito de Carretera de Cádiz, hasta el día elegido por la Junta de Andalucía para que los trenes del suburbano hagan su entrada triunfal en la menguada y pequeña estación de la Alameda Principal.
Será el próximo lunes 27 de marzo cuando el ferrocarril urbano, el proyecto más grande de cuantos se han impulsado en las últimas décadas en la capital de la Costa del Sol, sea reinaugurado. Antes de Semana Santa, como se venía apuntando en los últimos meses, y antes de que oficialmente sean convocadas las elecciones municipales del 28 de mayo, lo que ocurrirá el 4 de abril próximo. Desde ese día no habrá posibilidad de actos semejantes hasta después de los comicios.
La coincidencia con el periodo cofrade y la avalancha de personas que querrán llegar hasta el recorrido oficial en Metro han puesto en evidencia la debilidad de la estación de Atarazanas. Sus menguadas dimensiones impiden que pueda absorber una demanda punta muy elevada.
Por este motivo, la Junta, la Policía Local y Metro de Málaga han acordado restringir el uso de la parada. De esta manera, desde el Domingo de Ramos y el Viernes Santo, entre las 17:30 y las 23:30, sólo podrán subirse viajeros.
¿Qué ocurrirá con los pasajeros de Carrera de Cádiz y Teatinos que en esas horas quieran ir hasta el Centro? No lo podrán hacer. Llegarán hasta la estación Guadalmedina, junto a El Corte Inglés, y se verán obligados a caminar los 500 metros que separan este punto de la Alameda.
Hito tras el 30 de julio de 2014
La fecha del 27 de marzo se sumará a la previa del 30 de julio de 2014, cuando por vez primera los malagueños tomaron posesión del Metro. Lo hicieron, eso sí, con un trazado amputado por los retrasos en el proceso de construcción. Desde ese día y hasta el nuevo hito, el recorrido de los trenes ha estado mermado por la imposibilidad real de ir más allá del intercambiador de El Perchel, situado junto a Renfe.
Una frontera física que en menos de una semana va a quedar definitivamente anulada. El arranque de la explotación comercial del kilómetro que separa El Perchel de Atarazanas eleva exponencialmente el peso de este medio de transporte. Aunque ya forma parte inseparable del día a día de miles de vecinos, la realidad es que su capacidad de crecimiento ha estado condicionada por la ausencia del tramo al Centro.
Los números hablan por sí solos. Los estudios de demanda manejados por la concesionaria del suburbano, Metro de Málaga, elevan a unos 14 millones los pasajeros que pasarán a usar el Metro cada año desde el momento en que el viaje finalice en la Alameda. Un parámetro que irá subiendo de manera continuada en los ejercicios posteriores. El valor es casi el doble que la demanda actual.
El horizonte es alcanzar los 21 millones de viajeros cuando la red ferroviaria quede completada con la prolongación del ramal de Carretera de Cádiz en el entorno del Hospital Civil. Para ello habrá que esperar a finales de 2027.
Novedades en la explotación
Una de las particularidades que trae consigo la llegada al Centro es el modelo de explotación que se ha elegido. La principal conclusión es que serán los pasajeros de la línea 1, que es la de Teatinos, los únicos que podrán viajar de manera directa hasta la Alameda. ¿Qué ocurrirá con los de Carretera de Cádiz? En su caso, estarán obligados a cambiar de tren en la estación Guadalmedina para alcanzar el casco urbano.
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La solución técnica adoptada en su momento por el Metro permite que estos pasajeros puedan realizar el transbordo de manera ágil, ya que los usuarios sólo tendrán que desplazarse al lado opuesto del andén para tomar el tren procedente de la línea 1.
Un poco de historia
En estas casi dos décadas, el Metro se ha convertido en actor protagonista de la movilidad urbana. Pero para alcanzar ese logro han sido muchos los vaivenes que ha sufrido el proyecto. Y como consecuencia de ello ni los plazos de ejecución y puesta en servicio se han cumplido, ni el coste de la infraestructura es el que se esperaba cuando a finales de 2004 se firmó el contrato.
El consorcio empresarial elegido por la Administración regional para desarrollar el Metro y garantizar su funcionamiento, liderado por FCC, había comprometido su ejecución en un máximo de 40 meses.
De acuerdo con ese calendario, la fecha de puesta en marcha del trazado completo desde Carretera de Cádiz y Teatinos (como cabeceras de línea) y el entorno de la plaza de toros de la Malagueta (donde iba a estar localizada la estación término) tendría que haberse producido en febrero de 2009. Sin embargo, la aproximación definitiva al Centro (en la Alameda, no en la Malagueta) va a tener lugar poco más de 14 años después.
Un primer contraste al que sumar el relacionado con el coste de la obra. La adjudicación situaba en unos 360 millones de euros el valor de construcción del trazado completo (sin sumar el material móvil), una cuantía que es prácticamente la mitad de lo que ya está costando el ferrocarril urbano. La cifra final, a la espera del desarrollo de la obra del ramal soterrado al Civil, acabará alcanzando los 900 millones.
De este montante, según los datos dados a conocer por la Consejería de Fomento, 160 millones se corresponden con el doble tramo Renfe-Guadalmedina y Guadalmedina-Atarazanas, que es el que permite la llegada al Centro.
Las primeras obras de esta parte del trazado se remontan a mayo de 2009. Desde ese día, son innumerables las dificultades por las que ha atravesado la obra. Cambios de proyecto, paralización de los trabajos por la falta de financiación, conflicto entre la Junta y la empresa contratista, aparición de restos arqueológicos… Precisamente, una parte importante de los vestigios desenterrados en la Avenida de Andalucía serán expuestos al público en la sala que será habilitada en el interior del túnel, cerca de la estación Guadalmedina.
Málaga está de enhorabuena. Por fin, lo que parecía un imposible hasta no hace mucho, será posible: coger el Metro en el Centro para viajar hasta la Ciudad de la Justicia, el Martín Carpena o la ampliación de la Universidad. Toca disfrutar después de que se haya completado la larga espera.