La promotora Urbania tiene el camino expedito para adjudicarse en los próximos días el gran proyecto de las torres en los antiguos suelos de Repsol. Así ocurre después de que la mesa de contratación encargada de estudiar las ofertas presentadas a la subasta de los aprovechamientos del Ayuntamiento de Málaga en este sector haya validado, de un lado, la decisión de Urbania de seguir adelante en el concurso y, de otro, la decisión de los otros cuatro participantes (Stoneweg, Acciona, Single Home y Exxacon) de renunciar al mismo.
Como ya se avanzó hace algunas semanas, esto hace que Urbania sea la única licitadora dispuesta a hacerse con la parte de los suelos que son propiedad del Consistorio. Hay otra pieza dentro del sector que está en manos de la Sareb, el popularmente conocido como banco malo.
Una vez concluido el pronunciamiento de la mesa celebrada este martes, ha sido convocada otra reunión de la misma para este jueves. En la misma se procederá a abrir el sobre con la valoración técnica de la única oferta en vigor, la de Urbania, así como las condiciones de su propuesta económica.
Conforme a las bases marcadas en el pliego de condiciones que rige esta enajenación, todo hace indicar que la proposición de Urbania será finalmente adjudicataria, al entender que cumplirá los criterios técnicos mínimos exigidos y que mejorará el precio base establecido por la Gerencia de Urbanismo, que es de algo más de 43 millones de euros (sin IVA).
Apuesta por firmas de primer nivel
Una de las señas de identidad del proyecto de Urbania para esta estratégica parcela de la ciudad es la apuesta por firmas arquitectónicas de primer nivel nacional e internacional. Muestra de ello es que cuenta con los estudios BIG (Bjarke Ingels Group), Toyo Ito y Morph. Cada uno de ellos ha dado forma a una de las torres, que tienen capacidad para un máximo de 528 viviendas de renta libre.
Las imágenes desveladas meses atrás dan buena muestra de la espectacularidad de los inmuebles imaginados, en los que destaca la incorporación de la vegetación como un elemento más. Con esta operación, la empresa trata de subrayar su apuesta por el desarrollo de la capital de la Costa del Sol.
El estudio de arquitectura danés BIG, Bjarke Ingels Group es el responsable de la torre residencial de la parcela P2, sobre la que se podrán levantar 32 plantas de altura. La misma se basa en un concepto de villas dispuestas en vertical. Para ello, el diseño amplía la huella del edificio en las plantas superiores, en las que se configuran terrazas a doble altura con una frondosa vegetación.
Toyo Ito, premio Pritzker en el año 2013, considerado uno de los arquitectos más influyentes del mundo, ha estado a cargo del proyecto de la parcela P6 (28 plantas) junto al estudio B720, despacho liderado por Fermín Vázquez.
El tándem ha apostado por distinguir tres volúmenes cúbicos que se expanden de forma regular en altura, y son recorridos por grietas de vegetación con un ecosistema propio. El edificio, que representa los valores mediterráneos, ubica las viviendas de mayor tamaño en las plantas superiores y propone la que podría ser la mayor cubierta de placas solares fotovoltaicas, para producir energía eléctrica, en un edificio residencial del sur de Europa.
Las parcelas P3, P4 y P5 han sido desarrolladas por el despacho madrileño Morph, con el arquitecto César Frías a la cabeza. La torre residencial (P3) con 30 plantas de altura, imita a la ceiba, un árbol que se ensancha y se retuerce de manera orgánica, generando una atractiva forma curva. La torre funciona como una estructura vegetal que se alimenta del sol mediante placas solares, almacena el agua de la lluvia y florece en función de las estaciones, lo que da lugar a un juego cromático.
La edificación terciaria (Parcelas P4 y P5), que genera un zócalo de cuatro plantas, se ha bautizado con el nombre de Hedera, la especie botánica conocida popularmente como hiedra, y completa el planteamiento vegetal del complejo bajo los mismos principios.