Tras una larga espera de años, el Ayuntamiento de Málaga acaba de activar la contratación de una serie de obras "urgentes" con las que sanar, parcialmente, los monumentos de la Alcazaba y el Castillo de Gibralfaro, ambos catalogados como bienes de interés cultural (BIC).
Dado el mal estado de conservación que presentan ambos monumentos y tras haber constatado la existencia de determinados problemas patológicos, la Gerencia de Urbanismo ha publicado el concurso mediante el que va a contratar tareas de mantenimiento y mejora por un valor de 88.541,56 euros (IVA incluido).
El plazo de desarrollo de estas tareas es de 4 meses. Las empresas interesadas en hacerse con este contrato tienen de plazo hasta el 13 de abril para presentar sus propuestas.
En el informe técnico que forma parte del pliego de condiciones se habla de la necesidad de plantear labores de conservación urgente para evitar el desarrollo de 21 lesiones que pudieran ocasionar mayores daños en el monumento.
También se alude a problemas derivados de pequeños desperfectos que afectan a la funcionalidad de algunas partes, así como de situaciones en las que sólo se pretenden renovar elementos de acabados como pavimentos, encharcados…
El paso ahora dado es posible después de que a finales de octubre del año pasado, la Comisión Provincial de Patrimonio diese el visto bueno al desarrollo de 16 acciones concretas sobre este conjunto.
Entre estas actuaciones se incluyen la reparación del muro del jardín en la calle Juan Temboury y retirada de árbol; la consolidación y restauración de muro junto a la Puerta del Haza, así como del lienzo central del frente sur de la Alcazaba; el refuerzo de restos del silo, del lienzo frente de la Torre del Homenaje, la consolidación y restauración de garitas y pozos en el Castillo de Gibralfaro y la consolidación del murete en Patio de Armas, entre otras.
El proyecto que se toma como base para esta operación incide en la necesidad de primar "la salvaguarda del monumento", buscando la estabilización del estado general. A este primer factor se suma un segundo relacionado con la necesidad de respetar la imagen que ofrecían los restos defensivos tras sus fases constructivas medievales.