La consolidación definitiva del Centro Histórico, remozado casi en su integridad, a la espera de las reurbanizaciones de Carretería y Álamos y la ocupación de los vacíos dejados por los antiguos cines Astoria y Andalucía, está obligando a Málaga a virar su mirada al oeste.
Lo hace impulsada por las nuevas iniciativas privadas, atraídas por el potencial residencial de su frente litoral. En la parte final, las torres de 21 plantas impulsadas por Metrovacesa y Sierra Blanca y la mayúscula operación pretendida en La Térmica. En total, una inversión sobre el terreno de varios cientos de millones de euros.
Actuaciones de enorme calado para la capital de la Costa del Sol a las que hay que sumar la apuesta decidida por transformar un espacio consolidado como El Bulto. Un entorno ciertamente deteriorado, necesitado desde hace décadas de un paso adelante nunca dado, se convierte ahora en epicentro de lo que pretende ser una nueva centralidad urbana.
Sobre esta localización, escasamente alejada del casco antiguo y a pocos metros de la estación de trenes, se concentran en los últimos meses hitos urbanísticos de considerable dimensión. La última de ellas viene de la mano de los gigantes del sector inmobiliario, Merlin Properties, que avanza en la construcción de un gran edificio de oficinas con casi 10.000 metros cuadrados de techo. Con la firma del prestigioso estudio Ortiz.Leon, el inmueble, de unas 7 plantas, adquirirá un valor icónico en el entorno.
Es la última referencia de lo que se pretende acometer en estos terrenos. Otro de los grandes protagonistas es Sierra Blanca. La promotora asentada en Marbella y vinculada al lujo residencial, no sólo acomete una de las torres del litoral oeste y anunció meses atrás un acuerdo para la llegada del Rafa Nadal Club, sino que aspira a actuar como agente urbanizador y asumir el planeamiento y la urbanización del sector Ferrocarril del Puerto, con más de 46.000 metros, a cambio de quedarse con una parte considerable del aprovechamiento del mismo.
En su propuesta, pendiente de ser validada, la entidad promotora recoge la posible construcción de una torre de 23 plantas para vivienda libre, destino que contrasta con el fijado en el Plan General de Ordenación Urbanística, que habla de usos administrativos, hoteleros y terciarios. A esta pieza suma dos bloques de baja más 9 alturas para viviendas de protección oficial.
El tercer elemento en esta especie de triángulo que pone en el mapa la zona de El Bulto se adentra en el espacio del puerto. En la zona de San Andrés, lindando con la desembocadura del río Guadalmedina, se va a construir una marina para medio millar de embarcaciones deportivas.
El desarrollo es promovido por el mismo grupo inversor de Qatar que aspira a construir el hotel del dique de levante. La operación incluye un importante uso comercial y de restauración en el que quiere dar cabida a firmas internacionales tanto de moda como gastronomía.
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