La cuenta atrás para que Málaga active su Zona de Bajas Emisiones (ZBE) está en marcha. Aunque más tarde de lo inicialmente previsto, el Ayuntamiento tiene previsto poner en marcha su ambicioso proyecto, mediante el que limitará el acceso a los vehículos más contaminantes a un área central de 4,3 kilómetros cuadrados, dentro de la primera mitad del año que viene.

Así lo ha confirmado la concejala de Movilidad, Trinidad Hernández, en una entrevista concedida a EL ESPAÑOL de Málaga. En sus declaraciones, la edil relaciona la activación del plan con la aprobación definitiva de la ordenanza que deberá regular el funcionamiento del mismo.

Por más que existen líneas generales sobre el modus operandi de estas zonas de bajas emisiones en España, la realidad es que no va a ser hasta que se elabore y se negocie el citado texto normativo cuando se sabrá qué vehículos quedarán o no afectados.

Hernández ha confirmado que la ordenanza está prácticamente finalizada, al menos en lo que a la labor municipal se refiere. Sin embargo, la misma ha de ser objeto ahora de un amplio proceso de participación abierto a vecinos y colectivos implicados, de manera que se puedan introducir sus sugerencias.

"La tenemos hecha pero hay que atender a todos y hay márgenes a tomar en consideración", explica. A modo de ejemplo habla de la necesidad de que una vez quede implantada la ZBE se establezca un periodo transitorio en el que todos los usuarios se puedan adaptar al nuevo sistema. "Donde puede apretar el Ayuntamiento es en decidir si ese periodo es de un año o dos, por ejemplo", señala.

Imagen de la Alameda Principal de Málaga.

A la espera de conocer los pormenores de la ordenanza, sirven de base los detalles recogidos por el alcalde, Francisco de la Torre, en el programa con el que se presentó a las pasadas elecciones municipales. En el mismo, de manera resumida, se mostraba el interés por "priorizar" el paso de los vehículos que tengan cualquier tipo de etiqueta medioambiental de la DGT, y de aquellos que aunque no tengan etiqueta, sí dispongan de una antigüedad menor de 20 años (diésel) y 27 (gasolina) y estén domiciliados en la ciudad.

La concejala de Movilidad valora la posición que, de inicio, están mostrando los diferentes grupos políticos y colectivos. "Me sorprendió que en el inicio del proceso de participación todos, menos Vox, estaban a favor de esta iniciativa", valora.

"No va a haber un francotirador esperando a que su coche entre" 

Y para reducir las dudas existentes en torno a las Zonas de Bajas Emisiones y sus restricciones, la edil opina que el mejor modo es avanzar en este proceso explicativo, que puede alargarse seis meses. "Lo que la gente tiene que tener claro es que si el 27 de marzo se pone en marcha, el 28 no se va a multar a nadie, no va a haber un francotirador ahí esperando a que su coche entre", remarca.

En las últimas semanas, este proyecto ha vuelto a ser noticia por la prórroga que el Consistorio ha solicitado al Gobierno central para justificar la financiación de parte del sistema, debido a los problemas que la empresa adjudicataria está teniendo con un cierto componente. Hernández da por segura la aceptación de la misma.

La zona elegida para rebajar de manera sensible el peso del tráfico motorizado incluye algunos de los grandes ejes urbanos, como la Alameda Principal, el Paseo del Parque, Muelle Heredia y el Paseo de los Curas, entre otros. 

En el modelo Envolvente, que es como se denomina la solución elegida, recoge 53 puntos de control (17 de ellos de entrada, 19 de salida y 17 dobles, que permiten tanto la entrada como la salida), todos ellos con 104 cámaras. Las mismas servirán de filtros para evitar la entrada de los vehículos más contaminantes y premiar a aquellos que lo son menos. 

A modo de ejemplo, actualmente, según los datos, el 34,98% de los que transitan por la zona Envolvente tienen etiqueta B (turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculados desde enero de 2001 y diésel a partir de 2006), mientras otro 29% tiene la C (turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculados a partir de enero de 2006 y diésel a partir de 2014).

Según las previsiones, con las medidas planteadas se podrá reducir de manera clara la presencia de este tráfico a corto plazo (5 años), hasta rebajar el porcentaje de la etiqueta B hasta un 27,5%, mismo porcentaje para la C.

Por el contrario, se incrementará la presencia de la etiqueta 0 (100% eléctricos, de pila de hidrógeno o híbridos enchufables con una autonomía eléctrica superior a 40 km) desde el 0,09% actual a un 12%, o la Eco, de un 1,3% actual a un 23%. Unos valores que variarán conforme se vayan cumpliendo nuevas etapas.