Hablar del complejo de oficinas premium que se pretende construir sobre los suelos portuarios de Muelle Heredia, en Málaga capital, es casi hacerlo de una especie de espectro que aparece y desaparece. Esa es la sensación que trasciende de una operación estratégica en el presente y futuro de la ciudad, en su apuesta decidida por la atracción de empresas, y de la propia Autoridad Portuaria.
La primera vez que el Puerto salió al mercado en la búsqueda de socios privados para dar forma a este complejo terciario fue hace más de 12 años. Tras fracasar aquel intento inicial, por la incapacidad de los adjudicatarios para ir adelante con el proyecto, la institución presidida por Carlos Rubio sigue buscando el momento exacto en el que poner en marcha de nuevo la maquinaria administrativa.
Y, por más que es ahora cuando se ha demostrado la existencia de una demanda elevada de oficinas de primer nivel, no parece factible que el concurso mediante el que otorgar la concesión de los terrenos de Muelle Heredia vea la luz hasta la segunda mitad del año 2025. Es decir, al menos a un año vista.
Estas son las últimas previsiones manejadas en el propio Puerto, recogidas en un calendario que se va actualizando día tras día. Por más que el deseo de la entidad sea afrontar la operación de inmediato, su desbloqueo queda vinculado irremediablemente a la construcción de la nueva sede de la Agencia Tributaria.
La intervención futura en Muelle Heredia viene a ser una especie de puzle, en la que antes de acoplar la pieza de las oficinas, hay que mover otras edificaciones actualmente instaladas en esta franja de suelo. Es lo que ha ocurrido con las instalaciones de la Guardia Civil, cuya ejecución están muy avanzadas junto al Centro Oceanográfico, y es lo que tiene que ocurrir con la Agencia Tributaria.
Sobre este último movimiento, Rubio confirma el cierre de todos los detalles con el organismo estatal en relación al diseño final de su nueva sede. Sobre esta base, la pretensión del Puerto es que los trabajos del inmueble sean licitados dentro de este mismo año, de manera que puedan ser adjudicados y se inicie la obra en el primer trimestre del año que viene.
Conforme a los documentos técnicos, estas nuevas dependencias, cuyo diseño ha sido elaborado por el estudio Ingravitto, tardarán alrededor de dos años en quedar terminadas. Es decir, para principios de 2026. De acuerdo con las previsiones, Rubio cree posible activar el concurso para la adjudicación de la concesión de construcción de las oficinas unos seis meses antes.
Con este cronograma sobre la mesa, y siempre que se cumplan todos y cada uno de los pormenores del mismo, el complejo de oficinas podría tener adjudicatario coincidiendo con la finalización del edificio de la Agencia Tributaria. "Si todo va bien, teniendo en cuenta los trámites de licencia y aprobación del proyecto final, en verano de 2026 podrían empezar las obras de las oficinas", señala el presidente del Puerto.
Sin cambios en el guion
¿Y qué es lo que se levantará sobre Muelle Heredia? La decisión del Puerto pasa por mantener intacto lo que hay dibujado en el planeamiento urbanístico desde hace varias décadas. Ello implica un conjunto con unos 26.500 metros cuadrados, repartidos en cuatro edificaciones de planta baja más cuatro alturas.
Un modelo que contrasta con el que años atrás puso sobre la mesa el arquitecto Ángel Asenjo en un documento encargado por el propio Ayuntamiento. En su propuesta, el urbanismo manejaba varios escenarios para elevar el peso de la operación. Una de ellas establecía la posibilidad de desarrollar un techo edificable de entre 50.000 y 100.000 metros cuadrados, con 15 bloques de 6, 12 y 18 plantas de altura.
La idea fue descartada por la Autoridad Portuaria, cuyos responsables alegaron, de un lado, el impacto que esa operación podría tener sobre la operativa del recinto portuario y, por otro, el retraso que ello supondría para el desarrollo de la parcela, dada la necesidad de tramitar una modificación en el planeamiento.