Tras muchos años de espera, llega la hora de la Torre de 27 plantas que inversores cataríes quieren construir en el puerto de Málaga. Aunque la resolución final del asunto deberá esperar al aval del Consejo de Ministros, al que corresponderá levantar o no el veto actual que tiene el uso hotelero en suelo portuario, en apenas unos días el Ayuntamiento dará luz verde definitiva al ajuste urbanístico necesario para la construcción de este hotel.
Después de que el pasado mes de octubre fuese inviable acometer la aprobación definitiva, ante la necesidad de que la Secretaría municipal estudiase el expediente en su integridad, será este mes de noviembre cuando, primero, la Comisión de Ordenación del Territorio y, segundo, el Pleno, ratifiquen la modificación del Plan Especial del Puerto. Un ajuste indispensable para hacer posible el edificio planteado.
La Torre del Puerto, como ha sido bautizada, tiene 116 metros de altura (27 plantas) y dará cabida a un hotel 5 estrellas Gran Lujo con capacidad para 378 habitaciones (312 estándar y 66 suites). La inversión estimada ronda los 200 millones de euros.
A pesar de que la mayoría absoluta lograda por el Partido Popular en las pasadas elecciones municipales allana el camino en la esfera municipal (en el pasado mandato, el PP se quedó en minoría en favor de este proyecto), el nivel de contestación existente en torno a la materialización sigue siendo elevado.
Son muchos los colectivos sociales y técnicos que desde hace años vienen cuestionando la idoneidad de la torre en el dique de Levante, criticando, entre otras razones, su impacto visual sobre el paisaje de la ciudad y la incidencia que tiene sobre La Farola, recientemente declarada Bien de Interés Cultural (BIC).
Un ejemplo más de esta oposición es el escrito remitido este martes por la plataforma Defendamos Nuestro Horizonte, en el que alerta de que la aprobación del hotel supondría "el incumplimiento de la Ley de Patrimonio Histórico Español y del Real Decreto de declaración como BIC de la Farola".
Hay que recordar que el potencial impacto sobre el patrimonio histórico fue objeto de estudio y análisis por parte del Ministerio de Cultura, que llegó a incoar un expediente por un posible expolio. Finalmente, el departamento dirigido por Miguel Iceta acabó archivado el caso.
Dada la convicción del equipo de gobierno de seguir adelante con la operación, la esperanza de los grupos detractores de la iniciativa ponen sus esperanzas en que el Consejo de Ministros frene el proyecto. Algo que no parece sea sencillo, dado que hasta la fecha todos los informes emitidos por organismo competentes, algunos de ellos estatales, han sido favorables a la Torre del Puerto.