La inauguración de la primera de las tres piezas de la ciudad deportiva del Málaga C. F., el gran sueño del defenestrado jeque Abdullah Al Thani, obliga a situar nuevamente el foco del análisis sobre los suelos de Arraijanal, la única pastilla de terreno libre de ladrillo en el litoral de la capital de la Costa del Sol.
Un sector privilegiado sobre el que además del complejo deportivo ligado al club de Martiricos por 75 años, sin que le cueste un solo euro, la Junta de Andalucía proyectó hace ya más de 14 años el que estaba llamado a ser el gran parque metropolitano de Málaga. Ahora ese papel se otorga al antiguo Campamento Benítez.
Mientras que la Academia, como ha sido bautizada, es una realidad tardía (se ha inaugurado la primera fase tras cinco años de obras), la zona verde que en origen iba a ocupar los cerca de 520.000 metros cuadrados del terreno, se mantiene como uno de esos proyectos arrumbados, escondidos en un cajón y sin viso alguno de salir del ostracismo.
El pésimo escenario que puede dibujarse casi tres lustros después de que el recientemente nombrado portavoz del PSOE en el Senado (en aquel entonces consejero de Ordenación del Territorio), Juan Espadas, anunciase el compromiso autonómico con la operación queda constatado en la ausencia de novedades por parte del Gobierno andaluz.
Ni con el PSOE ni con el Partido Popular, al frente de la Junta desde 2018, el parque de Arraijanal ha formado parte de las prioridades inversoras de la Administración autonómica. El análisis del presupuesto regional para el año que viene no recoge partida alguna específica para esta zona verde. Sí apareció el nombre de Arraijanal en las inversiones proyectadas en la provincia en 2022, aunque con unos escuetos 91.000 euros. Dos años antes, en las cuentas diseñadas para 2020 lo que se recogían eran 230.557 euros.
Lo cierto es que el Gobierno andaluz siempre vinculó esta intervención a la financiación procedente de Europa. Inicialmente, estos fondos estaban relacionados con el programa 2014-2020. Sin embargo, el retraso en las negociaciones entre la Junta y el Ayuntamiento de Málaga para sentar las bases de la gestión del parque hizo que la operación fuese desprogramada, planteándose la idea de volver a concurrir a una nueva convocatoria de fondos comunitarios, para el periodo 2021-2027.
Que se sepa, hasta la fecha no ha habido avance entre las dos partes para levantar el bloqueo sobre la iniciativa. El alcalde, Francisco de la Torre, incluyó en su programa electoral en las pasadas municipales este proyecto. "Seguiremos apoyando la tramitación, en colaboración con la Junta de Andalucía, del proyecto del Parque Arraijanal con cerca de 400.000 metros cuadrados de nuevas zonas verdes y de uso ciudadano", se dice textualmente en el documento.
Un camino azaroso
Como se aprecia, la travesía de esta zona verde está siendo más que azarosa. El arranque mismo de la operación estuvo marcado por el desencuentro entre la Administración proponente, la Junta, y el Ayuntamiento. Muestra de ello es que la primera llegó a vincular la aprobación definitiva del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) de la ciudad (vigente desde mediados de 2011) a que el Consistorio asumiera el compromiso de adquirir los terrenos de Arraijanal, en aquel entonces mayoritariamente en manos privadas, para el parque.
Pese a su oposición inicial, el Ayuntamiento tuvo que transigir con la reclamación, hasta el punto de tener que compensar a los dueños de las fincas con aprovechamientos urbanísticos valorados en más de 50 millones de euros. Entre los usos utilizados como moneda de pago se encuentran los desarrollos de vivienda de protección oficial (VPO) en los antiguos suelos de Repsol (400 unidades) y La Térmica (273 pisos a precio asequible).
El esquema inicial de la Junta, que contemplaba destinar los 520.000 metros del sector a parque, fue modificado algunos años más tarde, ante el interés del Málaga C. F. de asentar allí su ciudad deportiva. Las negociaciones formalizadas entre las diferentes partes trajeron consigo un acuerdo para que de la pastilla completa, 108.000 metros cuadrados fueran reservados para el equipamiento deportivo, parte del cual ya es una realidad. Por el momento, de este segmento del terreno, sólo se han ocupado 46.000 metros, quedando otros 62.000 metros cuadrados para las fases dos y tres de la Academia.
El futuro del complejo parece, al menos en su segunda pieza, asegurado, dada la existencia de financiación del fondo CVC. Bien distinto es el panorama que se arrastra desde hace ya más de 14 años con el parque metropolitano de Arraijanal.
Noticias relacionadas
- Día para la historia del Málaga C. F., que ya presume de nueva ciudad deportiva
- ¿Qué demonios pasa en Málaga con el suelo 'maldito' de Arraijanal? Ni parque ni ciudad deportiva
- El gran negocio que Málaga hace con el proyecto de La Térmica
- Juan Espadas será el nuevo portavoz del PSOE en el Senado y Patxi López seguirá en el Congreso