Siete meses después de que se viese forzado a suspender la licitación de la gran reforma del mercado de Bailén, ante la renuencia de las empresas a asumir el proyecto, el Ayuntamiento de Málaga vuelve a la carga. Y lo hace, eso sí, incrementando el valor económico de la obra, buscando con ello que sí resulte atractiva para las firmas constructoras.
De los casi 1,9 millones del procedimiento anterior se pasa ahora a 2.523.430,04 euros (en ambos casos sin IVA). El plazo de la obra es de 18 meses. Las empresas interesadas tienen hasta el 10 de enero para presentar sus ofertas.
Con este objetivo, el Consistorio ha activado este jueves el concurso mediante el que va a contratar el desarrollo de una operación de importante calado sobre el tradicional zoco. Una intervención con la que dar respuesta a la "precaria situación" que presentan estas instalaciones comerciales, debido a su antigüedad y la baja de puestos en los últimos años. De acuerdo con los datos, en este periodo han cerrado 54 de un total de 127, lo que supone un 40% del total.
Esto hace que, como indican los técnicos, el mercado presente "un importante desajuste funcional para su viabilidad", lo que podría "abocar a su cierre". Esto justifica la "significativa" inversión que pretende acometer el área de Comercio, buscando promocionar y modernizar el mercado.
Ello incluye la transformación de la imagen exterior y una nueva distribución para revitalizar su funcionamiento. El proyecto recoge la reubicación de los puestos actualmente ocupados, "pero dispersos", a ubicaciones vacantes, concentrándolos en dos zonas. También se dispondrá un nuevo eje longitudinal entre los puestos que despejará el flujo de público permitiendo a su vez la disposición en esquina de muchos puestos.
Otra de las acciones va a ser la de crear dos espacios diáfanos, uno tras la fachada principal y otro en el cruce del eje transversal del edificio. Ello va a permitir disponer un gran espacio diáfano donde desarrollar el área de restauración, con 280 metros de superficie y donde se colocarán dos quioscos de restauración.
El otro espacio diáfano se dispondrá para diferentes actividades del mercado o del propio barrio, promoviéndose actividades de promoción comercial u otros usos alternativos (celebración de eventos, promoción de productos, etc.) creándose también zonas de relación social entre el vecindario.
"El objetivo es que el mercado funcione como punto de encuentro del barrio, creándose un flujo de usuarios que favorezca la actividad comercial", se insiste desde el Ayuntamiento. Una dinamización que se favorecerá con la ampliación de los horarios de uso del propio mercado.
Para modernizar la imagen del Mercado se abrirá la fachada principal con grandes ventanales hacia la calle para dar luz al interior y permitir las vistas hacia la calle desde la zona diáfana. Se crearán dos nuevos aseos, al tiempo que se reforman los existentes. Las obras se realizarán en 6 fases, para organizar los traslados de los puestos de forma que no se paralice la actividad comercial.