Málaga 'limpia' casi por completo el Centro de solares baldíos y edificios abandonados
Al cierre del año, apenas hay un inmueble del Registro de Solares sin desarrollo contemplado. Urbanismo investiga la propiedad de seis inmuebles.
4 enero, 2024 05:00Noticias relacionadas
La labor de limpieza que viene ejerciendo desde hace años la Gerencia de Urbanismo de Málaga, sumada al evidente atractivo inmobiliario de la capital de la Costa del Sol, ha liberado casi por completo el Centro histórico y su entorno más directo de solares baldíos y edificios abandonados.
Al menos esto es lo que puede concluirse tras analizar los datos del Registro de Solares y Edificaciones Ruinosas a fecha del pasado mes de diciembre, que muestra una imagen ciertamente sorprendente. Lejos de los tiempos en los que el documento llegó a registrar unos 90 inmuebles anclados en el tiempo, sin previsión de desarrollo, en la actualidad sólo una de las 62 referencias incluidas se corresponde con una parcela sin edificar.
Este dudoso privilegio corresponde al número 26 de la calle Lagunillas, vía localizada a apenas cientos de metros de la Plaza de la Merced, y enclavada en un barrio sobre el que hay planificados un buen puñado de proyectos residenciales.
Esa es la única dirección que aparece impresa en color negro. Las otras 61 menciones aparecen coloreadas, lo que viene a confirmar que se trata, en su gran mayoría, de fincas que han vuelto a la vida.
De todas ellas, 33 tienen color verde, que es el que corresponde a los expedientes en tramitación de licencia de obras o de planeamiento; 22 aparecen con azul, por tratarse de proyectos en proceso de edificación o rehabilitación. Y los otros seis están en rojo, tonalidad que afecta a los inmuebles cuya titularidad es objeto de investigación.
La normativa actual otorga al Consistorio incluso la posibilidad de activar la venta forzosa de aquellos bienes cuyos propietarios incumplan de manera reiterada su obligación de conservación o mantenimiento. Si bien es una herramienta empleada en alguna ocasión, la realidad es que ninguno de los procedimientos llegó a término.
Para lo que sí ha servido esta prerrogativa es para advertir a los dueños de la necesidad de intervenir sobre sus inmuebles. Si no de manera directa, sí de manera indirecta con la venta de estas propiedades a promotoras dispuestas a impulsar los proyectos de edificación.
Esto es justamente lo que ha ocurrido con algunos emplazamientos ciertamente señeros de la almendra del casco antiguo de Málaga, como las calles Beatas y Tomás de Cózar. Justamente en esta última vía, situada en la antigua judería de Málaga, son varias las fincas que años después de ser incluidas en el registro municipal, lo han abandonado por la activación de proyectos de nuevo cuño.
Un ejemplo claro de ello es lo sucedido con los números 27, 29 y 31-33, que actualmente alberga la ampliación del hotel Palacio de Solecio, en la calle Granada. El proyecto ya materializado tiene capacidad para unas 50 habitaciones. En esta misma calle, otro expediente fue resuelto favorablemente después de que los técnicos comprobase que sobre la parcela registrada (desde noviembre de 2015) ha sido levantado un edificio con 4 viviendas, 4 viviendas de espacio único tipo estudio y 2 locales.
Los datos corroboran el éxito de la iniciativa hasta la fecha. Desde 2014 hasta 2019, se incoaron alrededor de 105 expedientes y fueron archivados 37 por cumplimiento de la propiedad. En este intervalo, su funcionamiento ha contribuido a la regeneración de entornos como los de la calle Jinetes, Mártires, Somera, Pozos Dulces, Carretería, etc.
El pasado mes de marzo, Urbanismo decidió dar una vuelta de tuerca al sistema del registro de solares, estableciendo una nueva estrategia para dar prioridad a las parcelas con obras "inacabadas paralizadas", fincas "sin propiedad aparente y aquellos edificios con problemas de conservación enclavados en los ámbitos de especial protección".
Entre estos últimos se encuentran Muro de las Catalinas, 6 (1999); Pinillos, 8 (1999); Vital Aza, 13 (2000); Coto de Doñana (2002), Carrera Capuchinos, 38 (2011); Postigo Juan Boyero, 5 (2011). La particularidad de los mismos, según los técnicos municipales, es que son inmuebles abandonados durante décadas "cuya titularidad es desconocida; sus datos registrales carecen de anotaciones que den cuenta de tráfico civil, como herencias o ventas, durante décadas".