El Museo de Historia Militar de Málaga abrió sus puertas en 2021. Se ubica en la Plaza de San Francisco, en un local que tendrán que abandonar este año debido a la finalización del contrato de alquiler. Ahora, los responsables del espacio cultural solicitan la colaboración del Ayuntamiento para encontrar un nuevo enclave en el centro de la ciudad. "No queremos irnos de Málaga y se nos acaba el tiempo", asegura Bernardo Haro, gerente del museo.
Este museo expone una recopilación de la colección de uniformes militares originales de Javier Chaos, que cuenta con unos 350 en total. Actualmente solo se muestran 70, ya que el espacio actual no permite dar cabida a más ejemplares. "Es la mayor colección de España", asegura Haro.
Actualmente, el espacio cultural cuenta con un precio de acceso de cinco euros, tres y medio para jubilados. Según indica el gerente del mismo, el museo cuenta con una empleada y recibe de media unos 20 visitantes al día. "Estamos creciendo poco a poco, pero no podemos afrontar lo que supone acceder a un alquiler en el centro de Málaga. Por eso pedimos la colaboración de nuestro Ayuntamiento, para que nos ayude a conseguirlo o nos ceda algún espacio", señala.
En este sentido, Haro destaca que se encuentran en conversaciones con otras ciudades que se han interesado por la colección, como Granada, aunque su objetivo es poder continuar en Málaga. "No queremos dinero, solo apoyo del Ayuntamiento para poder mantener nuestra colección en la ciudad y seguir formando parte de la red de museos de Málaga", añade.
El museo expone uniformes y objetos militares divididos en varios periodos históricos. El primero comienza en 1989, con trajes de ultramar y África, y los cambios de reglamento que se sucedieron durante el reinado de Alfonso XIII.
De 1931 empieza la segunda etapa, con objetos de la Segunda República, mientras que la tercera repasa el levantamiento militar en África, la Guerra Civil, la posguerra y la participación de la División Azul en la Segunda Guerra Mundial.
El local que ocupa ahora el museo cuenta con 145 metros cuadrados, unas dimensiones que se quedan pequeñas para la extensa colección. "Necesitamos un local con unos 300 o 400 metros cuadrados para poder mostrar todas las piezas que tenemos", explica Haro.
El gerente del museo asegura que han mantenido conversaciones informales con representantes del Ayuntamiento, que les han mostrado su "compromiso" con el proyecto, aunque aún no han recibido más noticias. "Solo queremos sentirnos apoyados como el resto de museos de Málaga", señala.