La ambiciosa apuesta de Málaga y de su alcalde, Francisco de la Torre, por transformar el eje litoral de la capital de la Costa del Sol mediante la construcción de un túnel de 2,3 kilómetros con el que soterrar buena parte del tráfico de Muelle Heredia y el Paseo de los Curas y la ejecución, entre otras piezas, de dos estaciones subterráneas para autobuses en la Plaza de la Marina y la Explanada de la Estación, parece congelada.
Al menos esta es la apariencia que presenta esta macrooperación, cuyo desarrollo se estima en unos 400 millones de euros, después de que hayan transcurrido cinco años desde que se sembrara la primera semilla y de que se diesen a conocer los estudios iniciales encargados al arquitecto Salvador Moreno Peralta y al ingeniero José Alba.
Frente a los avances de los primeros años, en los que se sucedieron numerosos estudios previos y se adjudicaron varios anteproyectos, la fotografía actual evidencia pocos progresos. La última gran novedad relacionada con el proyecto, de la que el regidor viene haciendo bandera desde hace años, se produjo a finales de noviembre de 2022, cuando se falló el concurso internacional impulsado para diseñar la reurbanización del entorno del Paseo de los Curas y La Marina.
El objetivo del encargo, que recayó en el estudio b720, es ganar para el ciudadano un espacio de 70.000 metros cuadrados. Con ello se configura una gigantesca alfombra peatonal mediante la que responder a una histórica aspiración de la ciudad: unir el Centro con el Puerto a través del parque y el Palmeral de las Sorpresas.
El contrato con la firma ganadora quedó formalizado el 6 de marzo de 2023, siendo el plazo de elaboración del proyecto de 5 meses. Hasta la fecha se ignora si el documento ha sido ya presentado al Ayuntamiento. En cualquier caso, esto tiene una importancia menor, dado que el desarrollo de esta actuación queda claramente condicionada a la obra para enterrar el tráfico.
La espera es mucho mayor en el caso de otro de los estudios esenciales para ejecutar el Plan Málaga Litoral: el anteproyecto para el eje litoral soterrado. Adjudicado a Esteyco, el contrato quedó formalizado el 21 de abril de 2022, con un plazo de elaboración de seis meses.
Pero los tiempos han quedado diluidos de manera más que evidente. Los mencionados seis meses quedaron superados tras la autorización de tres modificaciones del contrato (fechadas el 20 de enero, el 15 de marzo y el 21 de junio de 2023), que incluían sendas extensiones en la fecha de entrega.
Pendientes de la Junta de Andalucía
La situación de estancamiento que afecta de lleno a esta iniciativa, en la que el Ayuntamiento ha invertido ya del orden de 2 millones de euros en diferentes encargos, es palpable igualmente en el resto de piezas indispensables para la operación. Sirva de ejemplo que se sigue a la espera de que la Junta de Andalucía ponga en marcha el procedimiento para licitar la redacción del proyecto constructivo de la nueva estación soterrada planteada junto a Vialia.
Compromiso que asumió ya en los presupuestos de 2023, con una reserva de 1,4 millones de euros, y que mantiene en las cuentas de 2024, con una suma semejante. Será ese documento técnico el que permitirá avanzar respecto del anteproyecto adjudicado y elaborado por Esteyco. La consultora recibió el encargo en junio de 2021, disponiendo de un plazo de cuatro meses.
No es el último contrato que ha formalizado el Consistorio en la aún corta vida del Plan Málaga Litoral. Este mérito corresponde al encargo que se le hizo en el segundo trimestre de 2023 al arquitecto Salvador Moreno Peralta para analizar la regeneración de la estación de los Tilos. Una operación con la que el Ayuntamiento quiere obtener fondos que permitan financiar parcialmente el elevado coste del proyecto global.
El plan municipal pasa por vender al mejor postor la parcela de la estación de autobuses. La primera aproximación a esta pieza se produjo en febrero de 2020, cuando se dio a conocer el trabajo previo realizado por el estudio HCP a petición del Consistorio. En su propuesta, los urbanistas responsables dibujaron dos grandes torres para oficinas y hotel, con una altura máxima de 29+3 plantas y un techo edificable sobre rasante de 65.000 metros cuadrados.
El Plan Málaga Litoral, por más que De la Torre aspire a que se ponga en marcha la obra antes de finalizar el presente mandato municipal, se encuentra en una encrucijada evidente. Entre otros motivos porque, salvo sorpresa, sigue sin encontrar las vías de financiación necesarias. Una de las claves, a ojos al menos del regidor, es que la infraestructura sea motivo de aportación de fondos europeos.
Un estudio desvelado a principios del año pasado, elaborado por la empresa Etalia Consultoría Estratégica y Regulatoria, concluía que en un horizonte de 33 años, entre 2024 y 2057, este proyecto podría generar unos beneficios brutos de 1.004 millones de euros.
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