Lejos quedan los días en los que la marina de megayates de Málaga se asemejaba más a un desierto de agua que a una instalación llamada a acoger millonarios buques. Frente a la estampa de sus primeros inicios, la infraestructura náutica que se extiende a lo largo del muelle 1 del puerto malagueño ofrece ahora una imagen de plenitud, en la que se cuentan hasta nueve embarcaciones de gran porte, ocupando casi a full la longitud total de amarre.
Tal es el estado actual de atraques en este espacio, que ha sido necesario usar a modo de apoyo el Adosado Dique de Levante para acoger un gigante del mar, el Golden Odyssey, con 123 metros de eslora, que ha elegido a Málaga como puerto base para los próximos meses.
Sirva para medir la dimensión de esta embarcación que fue adquirida en subasta por un magnate chino por 150 millones de dólares, después de que hubiese sido propiedad de un príncipe saudí. Forma parte de los 30 yates más grandes del mundo y su mantenimiento cuesta del orden de los 10-15 millones de euros anuales. Tiene capacidad para 32 personas y 50 tripulantes. Dispone de cubiertas comunicadas con ascensores. Cuenta con siete lujosas suites.
Es, sin duda, uno de los protagonistas actuales de la marina. Todos ellos tienen como elemento en común que han elegido la capital de la Costa del Sol para pasar varias semanas antes de iniciar el periodo de verano.
Otros de los nombres que las miles de personas que pasan a diario por el centro comercial Muelle Uno pueden ver son los del Nadara 40 Modus, el Legend, el Ilusion, el Santa María T Valleta, el Curvelle, el Moonrise, el Dynasty y el Nassau.
El Dynasty, precisamente, es un conocido de la zona, toda vez que lleva ya varios meses atracado. Este buque, construido por encargo de Alijan Ibragimov, un multimillonario de Kazajstán, está valorado en unos 200 millones. La embarcación se mueve gracias a dos potentes motores Rolls Royce y puede alcanzar una velocidad máxima de 17 nudos, aunque su pico en modo crucero son 14 nudos.
Tiene capacidad para alojar a un máximo de 22 invitados distribuidos en once camarotes dobles, todos con baño en suite. Está equipado con una tripulación profesional formada por 36 miembros experimentados.
Otro de los espectaculares barcos atracados es el Moonrise, propiedad del que fuera fundador de Whatsapp, Jan Korum. La nave tiene capacidad para 27 tripulantes, con ocho camarotes dobles. Dispone de unos 100 metros de eslora y su valor se estima en unos 200 millones.
Nombres de primer nivel internacional que dan continuidad a otras escalas en meses anteriores, en los que pasaron por la ciudad el Aviva, con 98,4 metros y 140 millones de valor, y el Mayan Queen, con 93 metros de eslora y valorado en otros 140 millones de dólares. Y antes, también tuvo presencia el Lady Moura, con 105 metros y capacidad para 27 invitados. Su valor ronda los 130 millones.
Los hechos vienen a confirmar la apuesta de Igy Marinas, junto a Ocean Capital Partners, por hacer de Málaga una nueva referencia en el selecto club de las embarcaciones de lujo. Desde las empresas responsables de la marina de megayates ya se advertía de la necesidad de dar tiempo al proyecto, apuntando a 2024 como un año de maduración de los pasos ya dados en los ejercicios previos.
"Málaga no es por el momento un destino como Ibiza, Cerdeña o Mónaco, aunque pensamos que puede llegar a serlo; esos barcos, en verano, están en las zonas de más lujo o de moda", precisaban desde la empresa. El motivo de esta confianza es claro: "Son barcos que cuando acaba el período de lujo, buscan una zona de invernada y ahí somos una marina ideal, en una ciudad que ofrece todo lo que necesita un armador".