Francisco de la Torre lleva al frente de la Alcaldía de Málaga algo más de 24 años. Fue en el año 2000 cuando tomó el relevo que le dejaba Celia Villalobos. Y desde entonces, la capital de la Costa del Sol ha adquirido una dimensión extraordinaria en el plano nacional e internacional. Un éxito que como el propio regidor reconoce tiene efectos negativos. El veterano político acaba de finalizar el primero de los cuatro años de su sexto mandato. Y lo hace sin cerrar la puerta a repetir como candidato en 2027.
Acaba de cumplir usted el primer año de su sexto mandato. Ya son 24 años al frente de la Alcaldía. ¿En todos estos años no ha habido ningún momento en que su cuerpo le haya pedido dejarlo?
No, nunca. No. He de reconocer que los momentos iniciales fueron muy dramáticos, con el asesinato de Martín Carpena y el asesinato de mi cuñado Luis Portero, pocos meses después. Son momentos de tristeza, pero no de abandono, de indignación y de repulsa y de condena respecto a ETA. Se supera, pero no se olvida. Hay una motivación muy clara. Amo apasionadamente a Málaga, creo profundamente en las capacidades de nuestra ciudad y de nuestra gente. Lo que Málaga tiene por delante siempre me motiva a seguir.
Es evidente el salto de Málaga en estas últimas décadas. Pero ¿cómo cree que han evolucionado los malagueños? ¿Ha variado mucho en estos años la manera de valorarse de los vecinos de la capital?
Creo que hoy los malagueños tienen una percepción muy positiva de la ciudad, mayor de la que tenían antes, se sienten orgullosos de la ciudad. Confían en las posibilidades que da Málaga para encontrar trabajo, para vivir, para sentirse realizado, sabiendo que una ciudad con éxito tiene sus problemas, como en materia de vivienda. Y sobre todo porque los malagueños conocen la opinión que de Málaga tienen los que no son malagueños, que es mejor aún.
La última entrevista que tuvimos fue poco antes de las elecciones municipales. Le pregunté si era la última cita electoral. Y me respondió: "Lo normal es que sea la última vez que me presente". Un año después, ¿mantiene esa idea?
Sigo pensando igual. Pero no es un tema que me plantee. Ahora estoy planteándome cómo ayudar a resolver el tema de la vivienda con la máxima eficacia, cómo acelerar más las VPO, cómo dar respuesta a la movilidad, cómo conseguir que el Auditorio sea querido y deseado no solo por la ciudad. En esas cosas ocupo mi tiempo y mis preocupaciones.
"Los malagueños tienen una percepción muy positiva de la ciudad, mayor de la que tenían antes; se sienten orgullosos de ella; confían en las posibilidades que da Málaga"
A usted no es algo que le preocupe. ¿Cree que al Partido Popular sí le preocupa?
No lo sé, de verdad. No, no tengo noticia de ello. No puedo contestarle sobre el particular.
¿Ha conseguido conciliar más con la familia?
Levemente, levemente. Intento sacar un poco de más tiempo para hacer actividad física. Es fundamental para seguir trabajando con entusiasmo y con intensidad.
¿Le preocupa la deriva en la que está ahora mismo la política en España?
Mucho, mucho. No hicimos la Constitución del 78 para que sea debilitada con una ley como la de Amnistía. La convivencia en Cataluña no se puede ni se debe conseguir de esa manera, porque nos divide y sigue dividiendo a Cataluña.
Esa sensación de o estás conmigo o estás contra mí…
Lamentable. Crear muros entre los españoles. No es el servicio que un gobernante tiene que hacer al bien común.
¿Pero no tiene la sensación de que eso es extensible al conjunto de los partidos?
Pero es que hay alguien que lo alimenta y lo alimenta quien tuvo la opción de hacer frente a los problemas graves que tiene España mirando hacia el centro-derecha y se va a la izquierda, hacia la extrema izquierda y hacia los partidos que apuestan por una ruptura en España, por una ruptura territorial. Es muy difícil que desde ahí se pueda gobernar con un sentido de Estado. Entra en una deriva que para alimentar eso, para cohesionarlo, inventa el extremismo del centro-derecha. No, el centro-derecha es moderado. Hay que tratar de tender puentes. El Partido Socialista estuvo en la Constitución. Es difícil imaginarse en aquellos años que iba a llegar a haber en España un gobierno como el que hay hoy, apoyado en los partidos que están en posturas de independencia y que no renuncian a ella.
¿Qué análisis hace con lo que está sucediendo con el presidente del Gobierno y lo ocurrido con su mujer? ¿Qué haría usted si se viese en una situación semejante?
Nunca me verá así. Un gobernante que conoce la actividad de su mujer, que ve que su mujer se apoya en el prestigio y la posición de fuerza que puede dar ser esposa del presidente del Gobierno, no lo debería haber permitido nunca. Hay cosas que son incompatibles. Un familiar cercano no puede estar en ese tipo de actividad; está claramente apoyándose tanto en la universidad como en empresas ligadas al Gobierno para conseguir apoyos económicos. Es difícil imaginar que eso pueda estar pasando en algún país europeo. Por tanto, cartas como la que conocíamos, que hablan de la igualdad a la mujer, cuando justamente debe haber igualdad, no que la mujer tenga una posición de privilegio para esas actividades. Y darle la vuelta al tema y decir 'no, es que ustedes tienen ahora que votarme para responder a esto'. ¿Pero qué bulos? Si los bulos son los que está contando ahora. Es una cosa tan teatralizada en todos estos escenarios, que desprestigia a la política española. Y a ello hay que contestar con serenidad, pero con mucha claridad.
"Es una cosa tan teatralizada en todos estos escenarios, que desprestigia a la política española. Y a ello hay que contestar con serenidad, pero con mucha claridad"
En estos 24 años, Málaga se ha posicionado como uno de los destinos culturales referentes a nivel nacional e internacional y ha dado el salto en materia tecnológica. ¿Cuál es el siguiente paso?
Seguir en esa línea, con la máxima ambición. Cada paso que damos, cada plataforma que creamos entre todos, nos permite avanzar más. Seguir apoyando a nuestra universidad para que sus máster tengan el máximo prestigio; que sigan viniendo centros privados que enriquecen la ciudad. No poner límites. La llegada del IMEC nos abre un camino en microelectrónica muy interesante.
¿No cree que Málaga haya tocado techo?
No, qué va, qué va. No hemos tocado techo. Tenemos los foros metropolitanos de alcaldes para hablar del agua, de la movilidad, del suelo y del suelo ligado a la vivienda, de residuos, de energía… Todos esos temas se irán viendo. Eso nos crea una dinámica de reflexión, de tal manera que la fuerza o el impulso que Málaga pueda ser también contagiable y extendible a otros territorios. Eso también será bueno para la ciudad de Málaga, en la medida en que el territorio circundante vaya creciendo. Tengo claro que no es una competencia negativa, sino una sinergia positiva. Siempre he visto a Málaga y la provincia como dos espacios muy complementarios y muy potentes. Estamos orgullosos de ser capital de la provincia y de ayudar así al progreso de Andalucía y al progreso de España.
¿De este primer año con qué se quedaría?
En materia de agua, con la coordinación de la Junta de Andalucía, hemos avanzado mucho y hemos tratado de poner en marcha diferentes actuaciones. Se plantea Pilones en el futuro para tener una operación parecida a la de El Atabal, con el objetivo de que los municipios del entorno tengan agua de calidad como la que tenemos en Málaga. Y en movilidad se están haciendo estudios sobre el Plan Málaga Litoral; siguen avanzando las obras del Metro al Civil y hemos animado a la Junta a que vea cómo hacer también hacia el Parque Tecnológico, hacia el Este. Y está el estudio del ferrocarril de la Costa del Sol, que plantea una línea directa, pero con paradas, a Marbella. Me preocupa mucho la deriva de nuestros presupuestos estatales, porque el gasto corriente crece mucho y la capacidad inversora queda muy limitada. Tenemos que ver fondos europeos, inversión privada o ambas cosas.
Y en materia educativa creo que es fundamental el salario emocional de los docentes, de manera que se les reconozca la labor. Lo más importante para una política de igualdad es ofrecer una educación de calidad que nos iguale, no se crean los del norte que son superiores a los del sur. La cohesión que aporta ese capital humano es lo más importante para un país. Hay que conseguir que los maestros perciban que desde la sociedad y desde las familias se les considera esenciales para el futuro de los niños, de los adolescentes y del país. La educación es preciosa, tenemos que prestigiarla y crear esa sensación de salario emocional que no sea ficticio, que sea real, que se respete su autoridad.
"Hay que conseguir que los maestros perciban que desde la sociedad y desde las familias se les considera esenciales; la educación es preciosa, tenemos que prestigiarla"
El tema más peliagudo que ha tenido que afrontar es el de Smassa. ¿Por qué ha dejado caer al gerente?
Llevamos años hablando de la municipalización de la empresa. Algunos dicen que lo hemos puesto en marcha ahora, pero es una reflexión larga en el tiempo, con dos empresas municipales, con incidencia en la movilidad, una en el transporte público y otra el aparcamiento. Es aconsejable que la EMT absorba a Smassa. Es un proceso que llevará unos meses, pero es bueno que cuanto antes se trabaje en esa dirección. Y habrá un gerente. No hay más, esa es la realidad. Porque el recorrido judicial con los temas que se han planteado… En la etapa del llamado acoso laboral, el informe que se hizo por los expertos decía que no. ¿Por qué la oposición se ha opuesto a este aparcamiento? Da la impresión que les molesta que se hagan cosas positivas para la ciudad.
Hablaba usted del Plan Málaga Litoral. El problema sigue siendo el de la financiación…
Lo es también para Auditorio, para el tren litoral…
¿Se sigue creyendo el proyecto?
Absolutamente. Es muy positivo para el transporte interurbano, porque se plantea en términos de movilidad sostenible. El autobús en vez del coche. La idea de coger la bicicleta eléctrica y llegar a la parada más cercana de la línea que sea, sabiendo que va a llegar a Málaga.
¿Cree que es más importante el Plan Málaga Litoral que el tren de la Costa del Sol?
Son distintos. El tren tiene un calendario más largo, con una inversión más potente, va centrado en la Costa del Sol occidental, y el eje litoral es para toda la provincia y más allá de la provincia, tiene más rapidez, porque los autobuses existen. Su eficacia, su resultado va a ser más visible e impregnará más todo el territorio. Pero son complementarios.
Asunto Auditorio. ¿En qué punto está? ¿Está convencido de que el Ministerio de Cultura colaborará?
Vamos a ver. El Ministerio lo que dijo exactamente es que ellos en la gestión no se veía, no querían estar, pero que en la construcción si podían y, aparentemente, querían estar. Por tanto, lo que hay que hacer es bien un consorcio o bien un acuerdo donde el Ayuntamiento, a base de convenios con el Ministerio, con la Junta y con la Diputación, sea el que impulse la construcción, abiertos a que quienes quieran estar en la gestión lo estén. Y si no, estaremos solos, no me preocupa que eso pueda plantearse en esos términos. La otra idea es un consorcio para llegar al acuerdo con el Ministerio. Lo que sea más ágil y más rápido. Pero eso tenemos que consensuarlo con la Junta y con la Diputación.
¿Cree que este año puede ponerse en marcha todo?
Espero que sí, pero depende un poco del escenario de la política nacional. No depende sólo del Ministerio de Cultura, porque también está el Ministerio de Hacienda, que es de otro partido. Espero que sean más unitarios y haya un consenso en relación con el tema.
Hablaba antes de que el éxito de Málaga tiene efectos poco deseados, como el aumento del precio de la vivienda. ¿Qué le dice a un joven que trata de tener una vivienda en Málaga y que sólo encuentra casas por 300.000 o 400.000 euros?
Lo que le diría es que conozca a fondo lo que tenemos ahora mismo en construcción y en oferta para alquilar. Y que se plantee un escenario para alquiler lo más barato posible. Estamos haciendo viviendas para alquilar en 400 o 600 euros. Además de las nuestras hay 530 que va a ser la iniciativa privada sobre suelo público. Que esté atento a ello, a los alojamientos transitorios que vamos a poner en marcha; a la venta de suelos de VPO, que nos lo van a pagar con viviendas. Que vea el escenario en Málaga y lo que se puede hacer en el espacio territorial de al lado. Hay que ser más ágil en materia de urbanismo.
Tenemos que conseguir que los promotores no estén solamente la vivienda libre, que es una vivienda que venden seguro al comprador español o al europeo, sino también en la construcción de VPO. Es muy importante que sientan la responsabilidad social corporativa de no estar solo en donde se gana más dinero, sino en donde también se gane menos, pero que sea lo suficiente para estar motivados y hacer algo que es un sentido social. Necesitamos más viviendas, más viviendas públicas, más viviendas privadas con esa finalidad social.
"El tren litoral tiene un calendario más largo, se centra en la Costa del Sol occidental; el eje litoral es para toda la provincia y más allá; su resultado va a ser más visible e impregnará más todo el territorio"
¿No tiene la impresión de que quizás Málaga no está preparada para absorber el éxito que actualmente tiene?
No hay una ciudad en España que haya hecho el esfuerzo en materia de vivienda pública que ha hecho Málaga. Estamos en el top de las ciudades con más parque de vivienda pública en alquiler y más construcción de vivienda en marcha o que ya hemos hecho en los últimos 20 años. En definitiva, creo que el esfuerzo de gestión que se ha hecho y se está haciendo es grande, como en ninguna otra ciudad. Hay que tener esa visión metropolitana también.
Por ir finalizando. Un asunto por el que suelo preguntarle: Cortijo de Torres. ¿El tema está en la agenda?
Está en la agenda. Tenemos a gente estudiando el mercado y viendo si hay gente interesada. Cada vez que tengo ocasión de hablar con promotores les cuento cómo puede ser aquello. Es muy bonito. El proyecto de WiZink Center está en la agenda también; la ampliación del Palacio de Feria está en la agenda… Los proyectos que tenemos en marcha nos ayudarán a crear la convicción e interés en que haya oficinas de trabajo. Parece que hay interés. Y el éxito de Málaga nos ayudará a ello. Ahora tenemos que ver el balance de ese trabajo.