El fenómeno de la transformación de locales comerciales en viviendas, muchas de ellas de carácter turístico, sigue su particular expansión en Málaga capital. Lejos de frenar, el cambio de uso de espacios comerciales sigue creciendo, como demuestran las decenas de expedientes que llegan a la Gerencia de Urbanismo mes tras mes, la mayoría de ellos validados por el ente municipal.

La proliferación de proyectos que acaban por convertir en espacio residencial lo que durante años fue una vieja tienda se expande por el conjunto de la ciudad, en especial por zonas populares, abriendo un nuevo motivo de preocupación en el seno del Ayuntamiento.

Desde hace meses, los propios responsables del equipo de gobierno del PP han admitido el impacto negativo que esta metamorfosis está teniendo para la idiosincrasia de determinadas zonas de la urbe, cuyos vecinos se están quedando sin tejido comercial de cercanía en favor de un uso mucho más lucrativo como el residencial.

Muestra de esta desazón es que el propio alcalde, Francisco de la Torre, ha pedido a Urbanismo que analice la posibilidad de impedir nuevas autorizaciones de cambio de uso en el supuesto de que los propietarios no se comprometan a destinar los inmuebles bien a uso residencial propio o a alquiler pero de larga duración. Un gesto con el que el regidor busca limitar la opción de que los nuevos pisos en locales sirvan para ampliar aún más la bolsa de viviendas turísticas.

A la espera de que Urbanismo encuentre el modo de poner coto a la conversión de locales comerciales en vivienda, la realidad es que la cifra sigue creciendo. Y muestra de ello son las licencias concedidas por el organismo dirigido por la concejala Carmen Casero en los meses de marzo y abril.

Solo en este periodo, se cuentan un total 51 expedientes validados que afectan a un total de 66 locales comerciales. El cambio de uso permitido persigue generar 76 viviendas, según los datos consultados por EL ESPAÑOL de Málaga.

Coto a los pisos turísticos

El atractivo de estos espacios comerciales se incrementa más aún después de que el Ayuntamiento haya puesto en marcha una instrucción que permite prohibir nuevas autorizaciones de pisos turísticos siempre que no dispongan de acceso independiente. Una exigencia que, de inicio, cumplen buena parte de los locales que ahora están siendo objeto de cambio de uso.

Los números antes apuntados se incrementan respecto a los expedientes de cambio de uso otorgados por Urbanismo en enero y febrero. En el arranque del ejercicio fueron 45 las licencias concedidas, lo que supuso una media de 5 por semana. Un parámetro que se incrementa en los meses más recientes.

La suma de los datos acumulados en los cuatro primeros meses hace que sean 113 los locales comerciales afectados por cambios de uso concedidos. Inmuebles sobre los que los peticionarios de los permisos plantean un total de 141 viviendas.

El volumen de operaciones de esta naturaleza es mayúsculo si se toma en consideración que hasta noviembre de 2023 fueron 125 las autorizaciones otorgadas, con posibilidad de desarrollo de unas 170 viviendas. 

Hay que recordar que el Ayuntamiento aprobó hace un mes destinar 300.000 euros a una nueva edición de la convocatoria de subvenciones para el establecimiento o reapertura de actividades comerciales en locales existentes y vacíos en la actualidad. Una acción con la que se busca fomentar, facilitar e impulsar el desarrollo de actividades empresariales, preferentemente comerciales, en dichos locales y la implantación de nuevos negocios.

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