Fútbol, conciertos, convenciones, ocio: Málaga avanza en su sueño de tener una Rosaleda multiusos
El Ayuntamiento de Málaga busca el modo de maximizar el potencial del complejo, que costará unos 300 millones, e identificar operadores nacionales e internacionales.
11 julio, 2024 07:00Noticias relacionadas
Málaga sigue avanzando en el sueño de tener un estadio de fútbol adaptado al siglo XXI. Y para ello piensa en una Rosaleda transformada, convertida en un centro multiusos en el que la actividad deportiva, el fútbol, se dé la mano con su capacidad para acoger grandes conciertos, un centro de ocio, convenciones y congresos… Alternativas con las que maximizar el potencial de una infraestructura que está llamada a convertirse en uno de los nuevos centros neurálgicos de la capital de la Costa del Sol.
Se trata de una apuesta sin precedentes en la historia del campo de Martiricos, protagonista del paso adelante dado por la ciudad para ser sede del próximo Mundial de Fútbol España 2030. La decisión final, en cualquier caso, queda pendiente de la posibilidad de contar con apoyo financiero privado en el ambicioso reto de ampliar a 45.000 espectadores la capacidad del estadio y completar su oferta deportiva con un complejo modelo Arena.
La necesidad de pulsar hasta qué punto esta operación, que se estima en cerca de 300 millones de euros, cuenta con el favor de promotores privados interesados en su explotación y participación, es lo que ha llevado ahora al Ayuntamiento a activar un análisis profundo sobre la cuestión.
A priori, el documento formal deberá estar listo a finales de año. Las conclusiones de ese trabajo, que será encargado a una empresa especializada, será clave para medir el éxito de la intervención y, en la misma medida, conocer la posibilidad de que las tres administraciones propietarias de La Rosaleda puedan rebajar la losa económica que supondría afrontar en solitario la transformación imaginada.
Y ello es sumamente importante en el futuro de la candidatura de Málaga para el Mundial. El propio alcalde, Francisco de la Torre, ya lo apuntó en una entrevista con EL ESPAÑOL de Málaga, poniendo en duda que la ciudad diese finalmente el paso y supeditando el paso final a conocer la posible participación de privados en el proyecto.
Para responder a los interrogantes existentes, la empresa municipal Promálaga ha activado por vía de urgencia una licitación para que una empresa elabore un análisis en profundidad. Las firmas interesadas tienen hasta el 29 de julio para presentar sus propuestas. El plazo de elaboración es de 112 días, con lo que debería estar finalizado en noviembre o diciembre de este mismo año.
Identifica posibles operadores nacionales e internacionales
Atendiendo al pliego de condiciones, el futuro adjudicatario no sólo deberá cuantificar alternativas para la explotación venidera del complejo pretendido, sino que, en el marco de una segunda fase, deberá identificar y realizar una prospección de posibles operadores nacionales o internacionales interesados en su explotación.
En el documento se subraya la importancia de La Rosaleda en la actividad de Málaga, así como la relevancia de la inversión que se pretende acometer. Esto obliga a realizar "un profundo análisis y cuantificación del potencial de actividad de las instalaciones, tanto en cuanto a la práctica deportiva del fútbol como de otras actividades que puedan albergar las instalaciones".
Con ello, se quiere asegurar la sostenibilidad económica de la instalación en el futuro, incluyendo la opción de que pueda financiarse de forma privada parte de las inversiones requeridas, tanto en la realización de las obras generales, como de las propias actividades que puedan realizarse dentro del Estadio.
La apuesta de los propietarios pasa por ampliar el estadio de fútbol hasta lograr una capacidad de 45.000 espectadores, con aparcamiento, urbanización del entorno y otras infraestructuras de acceso y evacuación.
"Es un modelo de estadio de gama alta, que debe cumplir los máximos estándares FIFA para un estadio de esta capacidad", se indica. Al tiempo, se plantea la opción de construir un recinto polivalente modelo Arena, que posibilite, además de los usos puramente futbolísticos y deportivos del modelo, con otros usos distintos al futbolístico (conciertos, eventos, convenciones…), y que podría llegar a disponer de un sistema de césped deslizante y cubierta retráctil, entre otras prestaciones más avanzadas.
Aunque este modelo implica elevar sustancialmente el coste, puede resultar más interesante para operadores privados, "habida cuenta de su mayor potencialidad de uso los 365 días del año".
Incluso, se apunta que a partir de diversas experiencias conocidas, la operación y explotación del recinto, una vez transformado, "podría ser asumida por operadores privados del sector, si bien está pendiente profundizar en la viabilidad técnica, económica y financiera, posibles demandas, y potenciales usos, tanto en el estadio como en el entorno más próximo".