Por más que su nacimiento y desarrollo han estado marcados, a veces, por el trauma y por las dificultades, la relación del Metro y Málaga es ya inseparable. Diez años de vínculo formal dan buena muestra de ello. Pero no siempre fue así. Porque en los primeros días, cuando los obreros abrían en canal las calles y avenidas de la capital, cuando la crisis económica forzaba el parón durante meses de los trabajos en Callejones del Perchel o en la mismísima Avenida de Andalucía, el suburbano era visto como un sospechoso y causante de molestias.
La terminación del trazado parcial hasta el intercambiador de El Perchel, junto a la estación de trenes, y su puesta en servicio el 30 de julio de 2014, permitieron a los vecinos encontrar las bondades de un medio de transporte capaz de romper fronteras. En una urbe siempre enfrentada al tráfico, el ferrocarril urbano ha permitido ampliar la capacidad de moverse bajo sus calles, enlazando de manera directa sus grandes centros neurálgicos. Desde el Martín Carpena a la Universidad, desde la Ciudad de la Justicia al Hospital Regional…
Y pese a ello, durante prácticamente nueve años desde su inauguración, el Metro era incapaz de transportar a su creciente demanda hasta el lugar al que todos querían ir: el Centro. Una tara que quedó definitivamente superada hace ahora algo más de un año, cuando por vez primera un tren conquistó la Alameda Principal, llegando bajo ella hasta la estación Atarazanas.
El hito supuso apenas un kilómetro más de trazado, pero multiplicó exponencialmente la capacidad de atracción del suburbano. Los datos objetivos lo demuestran. Desde que se rompió la barrera que separaba la red ferroviaria del casco urbano, el número de viajeros se duplicó mes tras mes. E incluso cuando se ha normalizado la situación, las estadísticas confirman crecimientos de alrededor del 20%, convirtiéndose en el suburbano español con mayor incremento.
Muestra de este éxito creciente es que solo en los seis primeros meses del actual ejercicio, son casi 9 millones de usuarios. Una cifra que permite pensar que al final del año se alcanzarán los 18 millones, muy por encima de las mejores previsiones.
En esta década prodigiosa, son 70 millones de personas las que se han subido a lomos del Metro, confirmando el brío de una infraestructura que sigue en proceso de evolución y crecimiento. El siguiente paso es el de llegar hasta el entorno del Hospital Civil, en el marco de un proyecto de ampliación que, hay que recordar, tomó forma a finales del año 2013.
A la espera de los nuevos crecimientos
Once años después del acuerdo alcanzado, con vítores incluidos, entre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga, este trayecto, de 1,8 kilómetros por la calle Hilera, Santa Elena, Eugenio Gross y Blas de Lezo apenas ha comenzado su construcción. Lo hace eso sí, bajo tierra, como siempre quiso el alcalde, Francisco de la Torre, pese a que en el pacto firmado en las cocheras del Metro, en Los Asperones, aceptó la fórmula planteada por la entonces Consejería de Fomento, con Izquierda Unida a la cabeza, para el trazado fuese en superficie.
La posterior negativa municipal a avanzar en esas condiciones y la llegada de Juanma Moreno Bonilla a la Presidencia de la Junta permitieron hacer tabla rasa y modificar radicalmente el modelo inicial. Lo que iba a ir en superficie, pasó a ser planificado bajo tierra, con un gran incremento presupuestario (ahora se manejan unos 220 millones de euros solo en la obra) y un alargamiento de los plazos de ejecución. Pese a que el compromiso inicial asumido con la concesionaria era el de completar la construcción a finales de 2027, la realidad es que eso no ocurrirá, en el mejor de los casos, antes de 2028 o 2029.
Su puesta en servicio garantizará al Metro entre 3,5 y 4 millones más de pasajeros, logrando de este modo los alrededor de 21 millones de usuarios que, en un tiempo, se dijo era la demanda imprescindible para asegurar la estabilidad económica y financiera del proyecto.
Sea cuando sea, el Gobierno andaluz avanza decidido en completar al menos esta extensión de la línea 2, la que viene de la Carretera de Cádiz. Queda la duda sobre los siguientes pasos. El Metro cumple diez años con el interrogante de, tras el Civil, hacia donde crecer. La idea de la Consejería de Fomento es activar este mismo año un estudio de alternativas. Documento que, con datos objetivos en la mano, permita determinar si el siguiente paso del suburbano debe ser hacia el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), hacia el este (con dirección a El Palo y Rincón de la Victoria) o hacia Ciudad Jardín.
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