Natalia sopló las velas el pasado mes de diciembre, cuando cumplió 46 años, sin saber que sería la última vez que lo haría. Unos días antes, a finales de noviembre, lo había dejado con Leonel, el que había sido su novio durante cinco meses. Tras ello, acudió a denunciar en comisaría a este individuo por un episodio de malos tratos. No sabía que tomar aquella decisión la acabaría llevando por un camino de aún más sufrimiento durante el mes de diciembre que acabaría llevándola hasta la muerte hace tan solo unos días.

El Juzgado de Violencia de Marbella dictó una sentencia cuya condena consistía en seis meses de prisión y otros 16 meses de prohibición de comunicación y aproximación a la víctima. Sin embargo, la condena de prisión fue suspendida por un periodo de dos años con el acuerdo de la fiscalía y la orden de alejamiento fue quebrantada apenas unas semanas más tarde para desgracia de Natalia.

La tarde del domingo 8 de enero un fuerte temporal se levantó en la costa malagueña. La propia Aemet activó la alerta amarilla por fenómenos costeros. Al filo de las cinco de la tarde, unos ciudadanos que estaban en el restaurante Club 200 de la Playa de las Cañas de Marbella decidieron llamar al 061 alertando de que alguien se estaba ahogando en el mar. Las olas fueron empujaron a esa supuesta persona y, conforme se acercaba a la orilla, comprobaron que se trataba de un cadáver mutilado. No tenía ni cabeza ni manos y presentaba una raja de un lado al otro del abdomen, lo que les llevó a pensar que pudiese tratarse de una 'mula'. Al producirse el hallazgo dentro del mar, la Guardia Civil se trasladó a la zona para iniciar la investigación.

Algunos testigos grabaron el macabro hallazgo y llegaron a compartir la pieza en redes sociales sin saber hasta dónde podría llegar. El vídeo acabó en el teléfono móvil de un hombre que había perdido la pista a su hermana, víctima de violencia de género. Al ver el cadáver, acudió a la Comisaría convencido de que se trataba de ella por su fisionomía; quedaba esperar a las pruebas de ADN. En el documento de la denuncia, este hombre expone que Natalia había recibido amenazas días atrás por parte de su expareja sentimental, que habría quebrantado las medidas cautelares que la autoridad judicial había dictado con anterioridad -los 16 meses de prohibición de comunicación y aproximación-.

La madrugada del día 9 de enero, la Policía Nacional se unió a la investigación ante la hipótesis de crimen machista y estableció un dispositivo tendente a localizar a Leonel, el exnovio de Natalia y principal sospechoso de su desaparición. Tras recabar información, los agentes detuvieron a primera hora de la mañana al hombre por su presunta implicación en los hechos, pero inicialmente solo por un delito de quebrantamiento de condena. No había pruebas suficientes de que el cadáver hallado en el mar fuera el de Natalia (ya se estaban cotejando las pruebas de ADN).

Pese a ello, durante la misma jornada, los agentes efectuaron sendos registros domiciliarios en Marbella, uno en la casa del sospechoso y otro en la vivienda de la mujer, interviniéndose diversos efectos de interés para la investigación, como una radial. En este sentido, los agentes recabaron diferentes pruebas testificales que situaban a la víctima y a su expareja en un mismo punto de Marbella en las últimas horas.

Durante un interrogatorio, Leonel confesó que había asesinado a Natalia. También explicó que un amigo, ya detenido, fue quien les trasladó hasta la playa donde acabó con la vida de la mujer -la furgoneta que utilizaron ha sido intervenida en Madrid por los agentes-. Precisamente hasta esa playa ha llevado la Policía Nacional a Leonel este jueves para reconstruir los hechos. En la grabación de un dron se puede observar cómo el hombre transmite a los agentes cómo lo hizo e incluso cómo lanzó el cadáver al agua.

Vídeo de la Policía Nacional con la reconstrucción del crimen de la mujer decapitada en Marbella

Los submarinistas del Grupo especial de actividades subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil no han logrado encontrar en el mar restos cadavéricos de la mujer colombiana durante este jueves y volverán a reactivar la bísqueda hoy. Ahora tratan de localizar en concreto la cabeza y las manos de la víctima para conseguir esclarecer los hechos.



Según EFE, el rastreo se reanudará a primera hora de este viernes con la participación de una patrullera del Servicio Marítimo del instituto armado, que prestará apoyo a los submarinistas, quienes actúan con su embarcación de tipo zódiac y que mantendrán la búsqueda con relevos si es preciso mientras existan posibilidades de encontrar los restos.

Los estudio de ADN realizados por los laboratorios de criminalística de la Guardia Civil dan la razón a la confesión de Leonel, puesto que el cadáver mutilado se corresponde con el de Natalia. El juez ha declarado prisión provisional comunicada y sin fianza para el autor confeso de los hechos; ya se encuentra, de hecho, en la prisión de Alhaurín de la Torre. Su amigo, en cambio, pasará a disposición judicial a lo largo de este viernes. Las actuaciones sobre este nuevo caso de violencia machista han sido decretadas secretas hasta nuevo aviso. 

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