Ver a Alex Turner contonearse puede ser un fin en sí mismo, pero —en este caso— no es el único. Uno de los eventos más sorprendentes del verano, el Cala Mijas Festival, dio el pelotazo cuando anunció en noviembre del año pasado que actuarían en Mijas el ex de Oasis Liam Gallagher y la banda de rock más grande del siglo XXI, Arctic Monkeys, en su única parada en España tras cuatro años sin girar.
Ese era justamente el objetivo: relacionar el nombre de esta localidad malagueña de unos 80.000 habitantes con algunos de los referentes musicales internacionales de más prestigio. El festival, que comienza este jueves y finaliza este domingo, no se ha quedado solo ahí; sino que ha servido para que ganar uno de los mayores recintos de espectáculos del país: el Sonora Mijas. En los próximos días, espera acoger más de 100.000 personas.
"El objetivo del Ayuntamiento era crear un evento para situar a Mijas a nivel internacional como destino turístico, más allá del atractivo que tiene actualmente. Hicimos una propuesta en base a las condiciones y objetivos que se perseguían en el pliego, ganamos el concurso y empezamos a trabajar", explica en conversación con EL ESPAÑOL de Málaga la directora de comunicación de Last Tour, Eva Castillo.
Esta promotora de espectáculos —responsable del Bilbao BBK Live, entre otros— cuenta con casi dos décadas de experiencia en "ya no solo la organización, sino la creación de festivales", en palabras de Castillo. Ese ha sido el caso: desde la nada y por mandato municipal, han levantado un festival que oposita a ser el evento musical del verano en la Costa del Sol.
"Málaga ya de por sí tiene muchos festivales, este viene a complementar la oferta que ya existe y un hueco no cubierto de artistas internacionales. Había muchos festivales, pero con cabezas de cartel internacionales como tenemos ahora en Mijas, no había", defiende Eva Castillo. Su propuesta, explica, se basó en "el potencial de estos eventos para atraer turismo internacional", además de complementos como una fuerte responsabilidad medioambiental.
Por ahora, esa variedad en la procedencia de los asistentes existe: tienen contabilizadas más de 50 nacionalidades distintas entre los compradores de entradas. Los hay, sobre todos, provenientes de Reino Unido; pero también muchos alemanes —"un público muy asistente a festivales y muy residente en la Costa del Sol", les define Castillo—, estadounidenses, franceses o italianos.
"No es un festival internacional solo por los artistas que vienen, sino también por los asistentes. Era parte del objetivo que busca este festival: que sitúe a Mijas dentro del mapa internacional y que atraiga a público global", sentencia la directora de comunicación de Last Tour.
En el momento de la entrevista, a justamente una semana del inicio del festival, la venta de entradas estaba "en muy buenos niveles", "los esperados"; pero Castillo revela que en los últimos eventos que han organizado se han encontrado "mucha compra de última hora": "Quizás en este festival también nos sorprendamos de que haya gente que en los últimos momentos se anima; será, sobre todo, público nacional y del sur".
"Cuando se organiza un festival internacional de estas características", explica, "es muy importante tener las infraestructuras correctas". Desde la perspectiva de la promotora, tanto el aeropuerto como la estación de trenes de Málaga cuentan con un "eficacia más que probada a la hora de poder absorber esta logística", mientras que han tenido que reforzar la estructura hotelera —"Todos los alojamientos de Mijas y la zona están agotados para el festival", explica Castillo"— con una clásica zona de acampada festivalera con capacidad para más de 10.000 personas.
Quedaba una gran X por despejar en esta ecuación: la propia sede donde se celebraría del festival. Con "diálogo" y "coordinación constante y excelente" con el Ayuntamiento, la promotora ha acondicionado en seis meses un recinto que no existía para acoger el Cala Mijas Festival y que luego quedará para futuros espectáculos. Con cuatro escenarios y miradores en una zona de 150.000 metros cuadrados, los primeros cálculos sitúan al bautizado como Sonora Mijas entre los recintos musicales más grandes de España.
Desde la organización, ponen especial énfasis en recordar a los festivaleros las múltiples opciones de transporte con las que cuentan para acudir a la zona: tres zonas de aparcamiento —en Las Lagunas, El Lagar e Hipódromo— con capacidad para 5.000 coches, taxis, buses de línea con horario extendido o autobuses especialmente fletados para la ocasión desde otras localidades.
Todo preparado, por tanto, para ver cómo el movimiento de caderas de Alex Turner transforma Mijas. Y, ojo, porque tienen previsto, al menos, un lustro de festivales: "En cuanto acabemos esta edición, estamos anunciando la siguiente", promete Eva Castillo.