Es probable que anoche cayera alguna copa de champán de más y que tu propósito para el primer día del año sea, simplemente, sobrevivir. Apoltronado en el sofá, abrigado con una manta hasta las pestañas y con el concierto de Año Nuevo de fondo como mero acompañante de tus penas.
Sin embargo, la vida esta hecha para los valientes y qué mejor forma de demostrarlo que empezando el 2022 reencontrándote con la naturaleza. Seguramente este paseo no haga que no estés cansado a lo largo de la tarde, pero al menos será una forma de ganarte la siesta del día.
Si eres de los que opta por comenzar el nuevo calendario con energía, aquí te proponemos cuatro rutas para hacer por Málaga capital.
Monte San Antón
Si eres seguidor de las cuentas de Instagram malaguitas, es posible que tengas el paisaje que se otea desde el monte San Antón hasta en la sopa. Poca gente existe en el mundo que, habiendo subido a lo alto de la colina, no haya dedicado unos minutos a fotografiar la ciudad desde la posición privilegiada que te regalan los 500 metros de altura sobre el nivel del mar.
Esta icónica colina, situada en la zona norte de la barriada de El Palo, está integrada en los Montes de Málaga, y junto al otro cerro (de algo menos de altura, 490 metros), conforman las populares Tetas de Málaga.
Desde el mirador de este promontorio, así como desde la cruz que corona la cima, se puede observar la costa oriental y occidental, apreciándose el conjunto existente desde la Cala del Moral hasta Fuengirola, pasando por toda la costa de la capital.
"A pesar de ocupar una superficie relativamente pequeña presenta una litología kárstica (caliza) formando lapiaces, dolinas, simas y galerías subterráneas. Este tipo de relieve está marcado por una fuerte erosión, pronunciadas pendientes y un carácter abrupto", explican desde el área de Sostenibilidad Medioambiental del Ayuntamiento de Málaga.
Camino de los Almendrales
Esta reserva de pinos, ubicada al norte del Limonar y colindante con el club Hípico, se presenta como una de las mejores opciones para hacer una ruta tranquila. Cuenta con una dificultad media baja (pequeños desniveles, poco profundos), por lo que no debe ser problema poder completar el camino sin excesivo esfuerzo. A no ser que la Nochevieja haya sido especialmente destructiva. En ese caso, no resulta mala idea sacar un refresco y esperar en los alrededores a que los acompañantes completen el camino.
"Este pinar se generó durante las repoblaciones que se realizaron en los 5 km de cordilleras que conforman los Montes de Málaga para evitar las inundaciones que se producían durante las crecidas del río Guadalmedina y sus afluentes en las épocas más lluviosas del año", exponen desde Medioambiente. Su origen se remonta a los años 30, cuando comenzaron estas intervenciones que acabarían 20 años después. Se caracteriza por la convivencia del pino canario y el pino carrasco.
Pese a no pertenecer al parque natural de los Montes de Málaga, se trata de una prolongación al sur de este paraje. El punto más alto de este pinar se sitúa en los 390 metros, una altura perfecta para poder contemplar la bahía desde algunas de las colinas que conforman el perímetro de la ruta.
Parque del Morlaco
Se trata de un pulmón verde incrustado entre los barrios de Cerrado de Calderón, Parque Clavero y el Morlaco. Las facilidades de entrada con las que cuenta este espacio permiten que se pueda acceder desde la zona norte, o desde la puerta sur. Esta última opción resulta especialmente interesante si, al encuentro con los árboles, se le quiere sumar un recorrido por el Paseo Marítimo.
Pese a no tratarse de un sendero claro y definido, como en los anteriores caso, sus más de 160.000 metros cuadrados ofrecen numerosas combinaciones posibles para pasear, dentro de un recorrido delimitado y con suaves desniveles. Además, si eres de los que vive con un perro, encontrarás dos espacios diferenciados (con elementos de agility) para que se relacione con otros animales y comience el año como se merece.
"El origen del parque fue una antigua mina de yeso que se explotó desde el siglo XVIII hasta el siglo XX, contaba con dos lagos subterráneos. Existe aún la red de galerías, que fue usada como refugio durante la Guerra Civil española", replantándose en los años 50 con pinos carrascos, según exponen desde Parques y Jardines.
Monte Calvario
Este mirador urbano, ubicado junto al Santuario de la Victoria, es especialmente conocido por albergar en su cima la ermita de la cofradía del Monte Calvario. El primer viernes de cada cuaresma, esta hermandad celebra el tradicional Viacrucis, deambulando bajo la única luz de las antorchas, hasta llegar a lo más alto de la colina.
Sin embargo, no hace falta esperar al mes de marzo para poder disfrutar de esta simbiosis con la naturaleza y de las vistas de la Bahía, Gibralfaro, así como de la propia arquitectura del templo. ¡Hoy mismo puede ser un gran día!